Los argiráspidas (Escudos de Plata), también conocidos como Hipaspistas, fueron la infantería de élite de la falange macedónica comandada por el gran Alejandro Magno (356 – 323 a. C). Este cuerpo especial, conformado por los mejores hombres del ejército macedónico se colocaban, armados con sus escudos plateados y sus cascos de estilo tracio, en el flanco derecho de la formación de batalla entre la infantería regular y la caballería y además de luchar de forma aguerrida en lo peor del combate también eran utilizados o bien para liderar el asalto a las ciudades, o para realizar acciones de comando, o también para ser la mismísima guardia personal del rey.
Los argiráspidas eran tan buenos luchadores que a la muerte de Alejandro Magno, teniendo incluso la mayoría de ellos una media de edad de sesenta años, siguieron luchando en las Guerra de los Diádocos, o lucha entre los que fueron generales de Alejandro. Con su reputación intacta siguieron guerreando una década más en este caso al lado del general Éumenes aunque lo traicionaron en la Batalla de Gabiene en la que se pasaron al bando de Antígono. Es por eso que este último general después de la batalla recelara de ellos y decidiera desterrarlos a la satrapía oriental de Aracosia en donde al final desaparecen de la Historia.