La Catedral de Almería ofrece en su fachada oriental uno de los símbolos más intrigantes y curiosos de la España misteriosa. Se trata del Sol de Portocarrero, llamado así erróneamente en memoria del Obispo Portocarrero ya que este símbolo solar es anterior al mandato de este religioso. Se sabe que ya existía desde el siglo XVI y que desde entonces saluda al alba todas las mañanas convirtiéndose de esta manera en una de las imágenes principales de Almería.
Este bajorrelieve representa una cara de niño recién nacido que irradia rayos solares alternándose los ondulados y los rectos. Pero ¿cuál es su origen? Aunque no se sabe a ciencia cierta parece ser que la idea no provenía de los mecenas que ordenaron la construcción sino de más abajo, de los talladores de piedra y constructores de la catedral que tenían nociones de historia del cristianismo y sus posibles orígenes paganos. Por tanto nos encontraríamos con un símbolo pagano ocultista alojado en una catedral cristiana, católica y apostólica romana.
Un sol parecido lo podemos encontrar en otro lugar de culto como es la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en la localidad de Gergal, del siglo XVII. Este sol en vez de tener cara de niño tiene rasgos más humanos, de persona adulta y mirada intensa.
Paganismo en un recinto cristiano. Aunque parezca raro es lo normal en muchísimos casos dentro de nuestras iglesias, catedrales y lugares de rezo de nuestra geografía.