sábado, 10 de diciembre de 2011

RESEÑA: BREVE HISTORIA DE ALEJANDRO MAGNO



“Es hermoso vivir con valor y morir dejando tras de sí fama imperecedera”

Uno de los episodios más bonitos que nos ha dejado la historia antigua trata sobre la grandeza de Alejandro Magno más allá del tiempo y el espacio. Según cuenta la leyenda un joven Julio César, recién nombrado cuestor por los comicios se dirigió a Gades a cumplir sus cometidos. En dicha ciudad una de las primeras cosas que hizo este genio en ciernes fue visitar el Heraclion donde se alojaba una estatua de Alejandro de Macedonia, y para pasmo de los asistentes, ante el asombro de los concurrentes, un par de lágrimas cayeron por las bellas facciones del romano. El gran César había comenzado a llorar ante la estatua. Todo el mundo se preguntaba el motivo de tal congoja pues sabían que aquel hombre no era un cobarde ni un llorón. Su pena era la que sentiría un gran titán ante un inmortal dios. César, mirando el retrato pétreo de la estatua se daba cuenta de que a su edad solo había conseguido pequeños logros, mientras que Alejandro a esa misma edad ya había conquistado el mundo entero logrando entrar en la órbita de los dioses olímpicos. Aquel romano aprendió mucho ese día, llegando a comprender que para alzarse entre los grandes había de escalar con las alas de la fortuna y la genialidad.

La figura de Alejandro Magno es una de las diez más importantes de la historia y sobre él se han escrito infinidad de libros, unos imprescindibles, otros brillantes, y la mayoría esenciales. El que tengo entre manos en estos momentos se encuentra en la encrucijada de las tres definiciones anteriores. Se trata del magnífico trabajo de Charles E. Mercer Breve Historia de Alejandro Magno, editado por Nowtilus y que en estos momentos ya va por la tercera edición. Si echamos un primer vistazo al curriculum del autor nos asombraría que con su trayectoria pueda haber hecho un libro tan brillante y conciso sobre el macedonio más importante de toda la historia, ya que Mercer fue reportero del periódico The Washington Post donde consiguió grandes logros periodísticos recalando finalmente en una editora de libros juveniles llamada G. P. Associated Express. Como escritor ha publicado muchas novelas de ficción como la afamada Rachel Cade de la que se vendió tres millones de ejemplares, siendo luego llevada al cine con el título de Los pecados de Rachel Cade. A lo mejor, debido a su paso por la prensa y las editoriales juveniles se debe a que este libro sobre Alejandro Magno tenga esa vena didáctica y sencilla que tanto encandila a los lectores que se quieran acercar por primera vez a la figura del gran conquistador, y conocer la gran odisea de recorrer a lomos de su fiel Bucéfalo los lugares más recónditos del mundo en la antigüedad.

Esencialmente el libro, como su nombre indica, trata sobre la apasionante vida de Alejandro desde su nacimiento allá en la rocosa Pella (356 A.C.), hogar ancestral de los macedonios, pasando por sus logros al convertirse en el general en jefe no solo de sus ejércitos, tras la muerte de Filipo II,  sino de toda Grecia, siguiendo con las grandes conquistas por toda Asia, en donde resuenan todavía en el tiempo los nombres de Gránico, Issos, Gaugamela, Alejandría, Ecbatana, Hidaspes y el Rey Poro… y acabando con su desgraciada muerte en el duro lecho de su amada Babilonia (323 A.C) mientras los generales se disputaban a su alrededor, con gran avidez, los pedazos de el inmenso imperio que un día un joven dorado como el sol soñó con conseguir uniendo a todos los hombres de la tierra en un fin común.



Hacia tiempo que no me encontraba un libro sobre el gran conquistador tan emocionante como el que he leído. Es soberbio y directo, centrándose sobre todo en la épica del personaje, no omitiendo ninguna de sus genialidades y aplicando una rigurosidad histórica impresionante. Es un libro que te tiene enganchado pues te hace vivir cada precioso momento que aconteció a nuestro héroe, mostrándonos un auténtico mundo de titanes en donde todo era posible. He leído unas cuantas obras sobre el tema y me he encontrado con ejemplares buenísimos y muy recomendables donde te explican la vida y hazañas de Alejandro de manera soberbia, pero no de la manera que lo hace el autor. Te hace meterte en la historia mediante un ensayo nada pesado, casi novela, en la que sientes de manera apasionada cada conquista o logro del ejército macedonio. Un libro que se lee solo y que muestra la grandeza del amado de los dioses. No es simple adulación barata hacia esta obra sino que es un hecho que he constatado a cada hoja que pasaba. Es el libro ideal para la persona que nunca ha leído nada sobre Alejandro Magno pues es muy sencillo de leer y te tiene entretenido todo el rato.

A la vez que es un libro altamente didáctico, también es muy sincero. Charles E. Mercer no se arrincona detrás de su escritura mostrándonos un simple libro hagiográfico sino que también se detiene a mostrarnos la otra cara del gran conquistador. Era como si su cuerpo estuviera regido por un lado por la brillantez del dios Apolo y por el otro por la oscura figura del ebrio Dionisos. No solo era capaz de hacer grandes maravillas como conquistar gran parte de Grecia, convertirse en Dios en el Oasis de Siwa y adueñarse toda Asia, sino que también junto a la galantería como la que tuvo con la familia real de Darío III tras la batalla de Issos confluía en él una especie de veta de locura divina que le marcaría toda su vida y ello podemos verlo en la destrucción de Tiro, la salvajada de arrastrar el cuerpo de Batis tras la toma de la fortaleza de Gaza con su carro, o en las increíbles borracheras que consumían poco a poco su cuerpo y que incluso llegaron a la locura total al matar a sus amigos como Clito el Negro o ver conspiraciones por todos los lados como la de Parmenio y su hijo Filotas. Eran dos dioses en uno, el brillante Ares que le transmitió su padre, y el sibilino Dionisio que le inculcó su madre Olimpia. El autor no se amilana en mostrarnos estos rasgos de crueldad en muchos casos extrema que como autentico hijo de Zeus, fue incluso superior a los hombres corrientes. El tenía que ser el máximo exponente de todo lo que había en la tierra tanto para lo bueno como para lo malo. Un genio que nunca pasó desapercibido a cualquier mortal.

Si se sienten con ánimos les animo a que abran este libro y se dejen llevar por las increíbles hazañas de Alejandro, llamado el Magno, el Grande entre los Grandes. Cabalguen junto a él y sientan como el mundo se estira bajo los cascos del impetuoso Bucéfalo y como un solo ser tuvo la titánica idea de juntar el Occidente con el Oriente creando uno de los Imperios más fascinantes y efímeros que ha conocido el hombre. Estoy seguro de que este libro les va a encantar, pues aprenderán muchísimo de la cultura helenística que un solo personaje llevó como bandera por todo el orbe dejando huella de sus fantásticas gestas más allá del tiempo y de la memoria. Les invito a sentir el anhelo de conocer el Imperio Universal que un hombre tenía en su cabeza, un hombre que nunca olvidarán: Alejandro.