Por: José Antonio
Estados Unidos, la gran potencia económica y militar del mundo, debe parte de sus principales logros desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad al nazismo. Sí, es así. ¿Que la nación garante de los derechos humanos, de la democracia, etc., debe su supremacía en muchos aspectos a los nazis?, se estarán preguntando algunos de nuestros lectores ojipláticos ante la afirmación que acabamos de hacer. Pues sí.
La Operación Paperclip fue el nombre en clave que utilizó el Servicio de Inteligencia Militar americano para la acción de rescatar de Alemania a científicos nazis especializados en las armas maravillosas que usaron los alemanes en la II Guerra Mundial: cohetes y armas químicas, pero también incluyeron a aquellos que habían realizado experimentación científica en los campos de concentración.
Tras el colapso y eliminación de la Alemania de Hitler más de 700 científicos fueron trasladados junto con sus familias secretamente a Estados Unidos sin el conocimiento del Departamento de Estado. Ninguno de ellos podía entrar en EE.UU. por haber pertenecido al partido nazi y servido a su causa en la II Guerra Mundial. Numerosos documentos fueron falsificados para permitir la entrada de estos científicos en tierras americanas y evitar que cayeran en manos de los soviéticos.
En agosto de 1945 el coronel Holger Toftoy ofreció contratos iniciales de un año para científicos nazis. 127 aceptaron. Ahí empezó el desembarco de hasta 700, algunos de los cuales tendrían que haber sido juzgados en Nuremberg. Los principales fueron:
El principal de ellos fue Wernher von Braun, creador de los cohetes V2 y precursor de los cohetes espaciales utilizados por EE.UU. Ya en 1950, en Alabama, se construyeron los cohetes Júpiter y Redston bajo la dirección de von Braun que fueron utilizados en el proyecto Mercury de la NASA. En 1960 su centro de investigación fue transferido a la NASA para la creación de los cohetes Saturno, cuyo mayor éxito fue la llegada del hombre a la luna. Von Braun era el director del Centro de Vuelo Espacial Marshall. Un nazi dirigiendo uno de los orgullos americanos.
Como von Braun hubo otros 700 científicos nazis que colaboraron con sus investigaciones al engrandecimiento de una nación que ya era grande y que, en parte, gracias a estos científicos se convirtió en superpotencia.