"Civis romanus sum" (Soy ciudadano romano) Marco Tulio Cicerón (106 a. C - 43 d. C)
Esencialmente los gabinetes, o cuartos de maravillas, solían ser colecciones privadas que mostraban al público asombrado un buen número de curiosidades y objetos extraños de los distintos reinos de la naturaleza. Estas colecciones abundaron a partir del siglo XVI coincidiendo con las grandes exploraciones y descubrimientos, destacando sobre todo el cuarto de maravillas del Collegio Romano, iniciado por el jesuita Athanasius Kircher, la Kunstkammer de Ole Worm, creada en 1654 en Copenhage, o la curiosísima colección iniciada por el emperador Rodolfo II de Habsburgo en su Castillo de Praga. Que estos gabinetes tuvieran éxito no solo dependían de lo extraño de los elementos que hubiera sino también de la colocación y buen gusto del mecenas. Una ordenación caótica y sin sentido, aunque tuvieran objetos de lo más raro para la época, podían en cambio llevar al desastre al coleccionista. Pues eso mismo pasa con muchos libros recopilatorios que versan sobre hechos o épocas de la historia concretas. Si se aplican los episodios de cualquier manera, sin ningún rigor, es lo que lo puede llevar al fracaso. Aun así podemos estar tranquilos con el libro que en estos momentos tengo entre manos: Veni, Vidi, Vici, del eminente historiador PeterJones ya que cumple los dos requisitos esenciales para convertirse en una miscelánea perfecta: que sea entretenido y didáctico la vez.
Peter Jones, a través de este ensayo, nos ofrece una historia amena de Roma y de todo su Imperio a base de exponer pequeños textos, casi viñetas, con toda clase de sucesos que ejemplifican la inmortalidad de aquel periodo. Junto con entretenidas semblanzas de los grandes personajes de la historia romana el autor nos ameniza también con otros episodios históricos más cercanos al vulgo, enseñándonos como vivían y sobrevivían en la antigüedad, a la vez que nos maravilla con textos curiosos y sorprendentes que el propio lector no creía que hubiera pasado en aquel tiempo. Lo asombroso de esta lectura es que el autor nos sumerge de una manera tan apasionante y real en aquella época que nos hará sentir como verdaderos romanos: conoceremos a los inmortales Julio Cesar, Cicerónnn, Adriano, Virgilio... sabremos como se divertían en los juegos circenses, a qué caballo apostar en el hipódromomo y cuales eran las escenas de la vida cotidiana... y sobre todo como se configuraron muchas de sus costumbres que hoy todavía perduran. Lo interesante de este libro, Veni, Vidi, Vici, es que esta ordenado de manera cronológica desde el mismo nacimiento mítico de Roma hasta su caída a manos de los “bárbaros” y la decadencia que fue larvando sus bases desde el siglo III d. C. Esta ordenación a diferencia de otros libros parecidos que ponen datos sin ningún orden establecido, hace que este ensayo se convierta en una verdadera historia de Roma, sencilla a la vez que rigurosa, y sobre todo amena para todos los públicos que quieran conocer cual fue su pasado y cuales fueran los acontecimientos más interesantes que pasaron en uno de los momentos más importantes de la Historia Universal.