Aunque en verdad
fueron los ingleses los inventores del fútbol como hoy lo conocemos, podemos
considerar al cuju como el ancestro
más antiguo de este deporte. Se sabe que el cuju, que significa “patear una
pelota con los pies”, ya se jugaba en China el siglo III a. C, aunque existen
algunas referencias históricas que lo retrasan casi mil años antes. Fue durante
la dinastía Han cuando se popularizo comenzando los jugadores a utilizar un balón
de cuero relleno de plumas y pelos enrollados. Jugaban seis jugadores por
equipo, los cuales tenían que lanzarse entre ellos una pelota para meterla en
una red que estaba a diez metros de altura sostenida por largas varas de bambú.
Otra modalidad
de deporte, muy parecida a la actual, era que los jugadores tenían que llevar
la pelota hacia la meta sorteando los ataques de los contrarios. Para evitar
que les quitaran el esférico se podía utilizar los pies, el pecho, la espalda,
los hombros pero nunca la mano. Igual que ahora. Fue durante la dinastía Tang
cuando la pelota se rellenó con aire. Tanto éxito tuvo el cuju que con el paso
de los siglos su fama se extendió por toda Asía llegando incluso a Japón en el
siglo VI d.C donde se le llamó Kemari o Kenatt. Esencialmente es un juego
honorífico en el que solamente los jugadores tienen que pasarse la pelota
continuamente sin dejar que caiga al suelo, gritando ¡ariyaaa! o ¡ari! cada vez
que golpean el balón.