¿Sabías que se
considera al Senet como el ajedrez de los egipcios? Se trataba de un sencillo
tablero compuesto de 30 casillas coloreadas en las que las piezas avanzaban
según el número que saliera en cada tirada. Aunque se han perdido gran parte de
las reglas, parece ser que este juego hacía furor entre los egipcios, desde el humilde
labriego hasta el gran faraón. Tanto era el interés por este entretenimiento
que incluso el mismísimo Tutankhamon fue enterrado con un buen número de estos
tableros para no aburrirse en el más allá.