Francisco de
Goya y Lucientes murió en 1828 en Burdeos (Francia) pero hasta que no pasaron
sesenta años (1888) el gobierno español, de la mano del cónsul Manuel Pereyra,
no solicitó que repatriaran lo que quedaba del cuerpo. Pero para sorpresa de
todos los presentes al abrirse el panteón donde estaba el artista se dieron
cuenta de que falta algo muy importante en la anatomía de cualquier persona: la
cabeza. A pesar de este contratiempo el proceso de repatriación siguió su
curso, aunque debido a unos problemas burocráticos los restos de Goya no
descansaron en paz en la ermita de San Antonio de la Florida hasta 1919. Aunque
sin cabeza.
Entonces ¿dónde
está? Aquí comienza el juego de conjeturas. Se sabe que el artista antes de
morir, e importándole poco el destino de su restos, cedió su cabeza al doctor
Lafargue para que la estudiara. Pero esta idea choca con el testimonio de la
mujer del pintor Brugada, discípulo de Goya, quien asegura que el artista fue
enterrado con la cabeza y que ésta además portaba un sombrero de seda. Cuando
el cónsul español en Francia abrió la tumba verdaderamente halló este ajuar
funerario. Nadie en su sano juicio pondría un sombrero a un difunto si éste no
llevara cabeza. Así que lo más lógico es que la cabeza se perdiera en el
traslado del cuerpo desde Francia.
Pero la duda
persiste ¿por qué Francisco de Goya está descabezado, y dónde se halla su noble
testa? En 1945 los científicos creyeron encontrar la solución al abrir la tumba
de la duquesa de Alba pues se pensaba que allí estaría la cabeza a los pies de
esta alta dama. Sin embargo no solo no la encontraron allí, sino que además
vieron que a la duquesa también le faltaba un pie. En cambio otra teoría viene
a decir que la culpa de la desaparición de la cabeza la tiene otro pintor, pues
en 1928 salió a la luz un cuadro de Dionisio Fierros en el que aparecía una
calavera sin mandíbula. Para más inri el cuadro tenía una anotación en el
reverso que venía a decir “Cráneo de Goya pintado por Fierros (1849)”. Si esto
fuera verdad esta pintura fue echa veinte años después de la muerte del
artista. Además la viuda de Dionisio Fierros afirma que uno de sus hijos se la llevó
a la Universidad de Salamanca y que haciendo prácticas en la Facultad de
Medicina por accidente la rompió en varios trozos.
Si al final se
confirma que es cierto, en verdad que sería un triste final para una de las
cabezas más importantes de la Historia.