Es difícil
esclarecer cuando se rompieron los primeros huevos para hacer una rica tortilla
de patatas. Existen historiadores que incluso remontan su origen ¡a los incas!
pues entre aquella gente era conocida la llamada torta de papa que era una especie de tortilla de patatas pero sin
huevos. En Europa, los mismos historiadores la retrotraen hasta el imperio
romano, en concreto al denominado ovorum
o torta romana hecha de leche y huevos pero sin patatas. En mi modesta opinión
a ambas delicias culinarias no se las puede dar el nombre de tortilla de
patatas pues evidentemente les falta el ingrediente principal: el huevo.
En cambio es más
creíble fijar la aparición de este plato tan típicamente español durante la
Primera Guerra Carlista. Parece ser que fue lo único bueno que trajo este
sangriento conflicto. Según se dice una vez al general carlista Zumalacarregui
se le había echado la noche encima en tierras navarras y no encontraba un lugar
donde cenar. En medio de la negrura vislumbró una choza y al entrar en ella
pidió a una mujer que le hiciera algo de comer pues venía hambriento. La mujer,
asustada por tan importante visita, tuvo que improvisar un plato a base de los
pocos alimentos que pudo encontrar en su alacena: unas patatas, una cebolla y
dos huevos. Tanto gusto al general aquella tortilla que de inmediato mandó a
sus edecanes que a partir de aquel momento ese fuera el plato principal con el
que se alimentaran a las tropas que sostenían el duro Sitio de Bilbao.
Durante mucho
tiempo Navarra se llevó el honor de ser el inventor de la tortilla de patatas,
pero hace poco se descubrió un documento anterior enviado en 1917 a las Cortes
en el que por partida doble se afianza como cuna de este plato. Se trata del
Memorial de la Ratonera y en el se denuncia el mal estado de los labriegos
navarros. Uno de sus párrafos dice así:
Sólo dos o tres huevos en tortilla para
cinco o seis, porque nuestras mujeres la saben hacer grande y gorda con pocos
huevos mezclando patatas, atapurres de pan u otra cosa.
Parecía que todo
estaba dicho pero un reciente estudio efectuado por Javier López Linaje,
científico titular del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSIC), asegura
que el origen de la tortilla de patatas es anterior al Memorial de la Ratonera
y mucho más que el Sitio de Bilbao. El estudioso fecha su origen en 1798 en el
venerable pueblo de Villanueva de la Serena (Badajoz) cuando dos nobles del
lugar Joseph de Tena Godoy y Malfeyto y el marqués de Robledo buscaron un
alimento para evitar la hambruna en los campos españoles hecho a base de
tortitas a la sartén compuestas esencialmente de patatas y huevos.
La polémica esta
servida, y si quieren discutir sobre ella no duden hacerlo delante de un buen
plato de esta delicia hecha con o sin cebollas… que esa será otra eterna
discusión sin solución inmediata.