A pesar de ser
unos tipos musculosos y convertirse en símbolos de la virilidad, los
gladiadores eran considerados por el romano de a pie como unos seres infames
pertenecientes a la clase más baja de la sociedad ya que en su mayoría, si
exceptuamos a los que se dedicaban profesionalmente a ello, eran una panda de
ladrones y asesinos destinados a una muerte rápida. Debido a ello, por ejemplo,
eran enterrados aparte de las demás personas. Aún así, en torno a estos
luchadores existía una especie de superstición como que si bebía la sangre
caliente de un gladiador muerto también se absorbía su alma pudiendo de esta
manera conseguir ipso facto la
vitalidad del caído (que no parezca raro pues también las tribus indias
tenían estas ideas). De la misma manera si alguien se comía un trozo de su
hígado también conseguía una fortaleza increíble. Incluso las propias armas de
los gladiadores tenían propiedades mágicas ya que si una persona al casarse
cortaba un mechón de pelo de la novia con una gladio conseguida de un luchador
moribundo la felicidad de la pareja estaba garantizada de por vida. Me imagino
que luego utilizarían para cortar la torta nupcial. Y finalmente se sabe que
para neutralizar el mal de ojo (fascinum)
el romano podía utilizar amuletos en los que aparecieran símbolos de combate
como por ejemplo tridentes, redes o gladius,
o fieros animales que normalmente aparecían en los combates matutinos (venationes)