¿Sabías que hubo
un rey español que vendió su propia corona? Aunque parezca mentira se trata de
Alfonso X el Sabio que debido a una serie de problemas económicos derivados del
fallido intento de conseguir la corona imperial tuvo que empeñarla al sultán Ibn Yusuf de Marruecos por la cantidad
de sesenta mil doblas de oro.
sábado, 28 de febrero de 2015
viernes, 27 de febrero de 2015
LA HISTORIA DE UNA BANDERA
Si uno busca una
bandera parecida a la de los Estados Unidos no dude en mirar la del Atolón
Bikini situado en las Islas Marshall. Es casi idéntica. ¿Cómo es eso posible?
Según parece se trata de un recordatorio de las bombas atómicas que hizo
explotar Estados Unidos en aquel atolón entre los años 1946 y 1958. Si uno mira
bien esta bandera observará que tiene un total de 23 estrellas blancas y otras
seis de color negro. Las de color blanco señalan tanto el número de islas del
atolón como el de bombas que estallaron. Tres negras las que desaparecieron y
otras dos del mismo color donde fueron deportados sus habitantes. Y si uno mira
un poco más abajo verá que esta bandera tiene escrita una frase: MEN OTEMJEJ REJ ILO BEIN ANIJ. Se
traduce como “Todo está en manos de Dios”. Se cree que esta fueron las palabras
que le dijo el líder bikiniano, Juda, al el comodoro Ben Wyatt cuando éste le
comunicó que debían abandonar el atolón “por el bien de toda la humanidad”.
jueves, 26 de febrero de 2015
NOMBRES MALDITOS DE REYES
Una de las pocas
personas que pueden presumir de haber reinado dos veces en España ha sido
Felipe V. La primera vez que fue coronado como rey fue en 1700, y en 1724,
debido a la imposibilidad de poder seguir siéndolo, abdicó en su hijo Luis, que
se convertiría en el primer monarca español en ostentar este nombre: Luis I o
Luis el Bienamado. Pero pocos meses después
éste murió por culpa de una viruela perniciosa. En total reinó 229 días convirtiéndose
de esta manera en el rey más efímero de nuestra historia. Debido a ello, y en contra
de la opinión de su hijo Fernando que virtualmente era el nuevo Príncipe de
Asturias, Felipe V volvió a ponerse la corona real. Desde entonces nadie con
este nombre se ha proclamado rey, y muchos son los que opinan que es debido a
la mala suerte que lleva consigo. Y por cierto, ¿sabías que en España existe
otro nombre de rey maldito? En concreto se trata de Pelayo, el iniciador de la
Reconquista. Según una tradición gótica quien se ponga el nombre del fundador
de un reino no solo traerá la desgracia a sus vasallos sino que también lo
conducirá a la ruina y la extinción. Llama la atención que durante la Edad
Media ningún rey hispánico ha osado ponerse este nombre. Lo mismo ha sucedido
durante las regencias de los Austrias y Borbones.
miércoles, 25 de febrero de 2015
LA CONEXIÓN ESPAÑOLA DE TAMERLÁN
El 1 de Septiembre
de 1991 Uzbekistán se independizó de la Unión Soviética. Desde ese primer
momento intentó olvidar su pasado reciente sustituyendo los antiguos símbolos
comunistas por otros de carácter nacional, alzando, por ejemplo, estatuas de Tamerlán,
el último gran conquistador mongol y héroe nacional del país, por toda su
geografía. Pero lo que a nosotros más nos debería llamar la atención no es este
hecho en sí, normal en cualquier estado que haya estado sometido otro, sino en
la aparición de ciertos nombres que no pegan mucho allí. Me explico: si viajan ustedes
a la bella ciudad de Samarcanda se encontrarán con un barrio que se llama Madrid, y con calles con nombres
españoles, como la que conduce al Gur Emir, o mausoleo del susodicho Tamerlán,
llamada calle de Ruy González de Clavijo.
Ante esta primera sorpresa no queda sino preguntarnos ¿quién era este González
de Clavijo para que le pusieran una calle en un lugar tan alejado de España?
Este buen hombre era oriundo de Madrid y mientras estaba a las órdenes del rey
Enrique III de Castilla fue designado embajador en el remoto reino de Tamerlán con
el fin de conseguir una alianza contra los turcos. Entonces no era como ahora que hubiera cogido
un avión y se hubiera presentado allí en unas horas. González de Clavijo tardó
tres años en llegar. Según parece el gran conquistador mongol y el embajador hicieron
buenas migas, y tan complacido quedó con éste que quiso honrarle poniendo a un
barrio de Samarcanda el nombre de la localidad de nacimiento del español. Es
decir, Madrid. Y de la misma manera González de Clavijo quedó tan encantado con
esta aventura que nada más volver a España quiso plasmar la belleza de
Uzbekistán en una crónica titulada Embajada
a Tamerlán.
Mapa del viaje de Ruy González de Clavijo a
Samarcanda (1403 -1406):
martes, 24 de febrero de 2015
MANDAR AL QUINTO PINO
Utilizamos esta
expresión para señalar que algo está, o la han colocado, muy lejos, o que llegar
al lugar indicado es bastante dificultoso. Pues bien, el origen de esta frase
hay que buscarlo a comienzos del siglo
XVIII cuando los Borbones asentaron sus reales aquí en España. Una de las
primeras cosas que hizo esta familia fue intentar modernizar el país y
adecentar las grandes ciudades como por ejemplo la de Madrid. Y para ello no
dudaron en traer a los mejores arquitectos del mundo. Uno de ellos, en tiempos
de Felipe V tuvo la idea de plantar cinco pinos en el Paseo de Recoletos, pero
la distancia que dejó entre ellos era tan grande, que si uno quería ir desde el
primero hasta el último tenía que recorrer un total de tres kilómetros. Como curiosidad
indicar también que los amantes solían citarse en el primer pino, y que algunos
solían conseguir el beso de la amada en el quinto.