Hacia el año 98
d. C el escritor romano Tácito escribió su obra Germania que trata sobre la vida de algunas tribus germánicas y
como éstas eran gente sencilla y bondadosa que todavía no habían sido
contaminadas por la influencia romana. Pero aunque se considere una obra menor
este manuscrito ha vivido una vida muy intensa. Según parece los nazis
consideraban a la obra de Tácito como una especie de Biblia por lo que cuando
las tropas alemanas se estaban retirando de Italia en 1944, un destacamento de
las SS quiso robar el único manuscrito que existía, el llamado Codex Aesinas Latinus 8, descubierto en
1902 en la biblioteca del palazzo del
conde Aurelio Guglielmi Balleani de Jesi (Ancona). Cuando fueron allí pusieron
patas arriba todas las habitaciones y al no encontrarlo se dedicaron a buscarlo
en otras casas cercanas pertenecientes a la familia Jesi. Lo que no sabían es
que antes de que llegaran al castillo su dueño lo había escondido bajo el pavimento
de la cocina dentro de un baúl. Parecía que la Germania de Tácito se había librado de la destrucción, pero este
hecho estuvo a punto de cambiar cuando años después, en 1966, estuvo a punto de
ser destruido por culpa de unas inundaciones que se produjeron en Florencia.
Desgraciadamente quedó bastante dañado. En la actualidad se conserva en el Museo Nazionale de Roma.