Ya alguna vez
les hablé de cómo a comienzos de la posguerra la Vicesecretaría de Educación
Popular, creó el 29 de Septiembre de 1942 (BOE 356 de ese mismo año) el famoso
NO-DO, acrónimo de Noticiarios y Documentales, que comenzó a proyectarse a
principios de Enero del año siguiente de manera obligaría en las salas de cine
de toda España. Y para que se vea la importancia que le daba el régimen de
entonces a estos documentales gráficos baste decir que entre 1943 y 1975 se llegaron
a exhibir alrededor de 4.016 noticiarios
de este tipo con la única intención de ensalzar las virtudes del Caudillo. Pero
los años pasan y todo llega a su fin. Con la muerte de Franco, aunque parezca
mentira, no se llegó a acabar con el NO-DO pues se siguió emitiendo de manera
optativa a partir de 1976 hasta el 19 de Enero de 1981 en que se emitió el
último noticiario, en concreto el número 1957. Veamos que se proyectó en aquel
NO-DO crepuscular: En primer lugar los asistentes vieron un reportaje en el que
se hablaba de las playas y hoteles del Mar Menor; seguido de la trágica noticia
del fallecimiento del bailarín Vicente Escudero; y finalmente todo acabó con la
transformación de la Residencia de invidentes de Santa Lucia en el Museo de la Ciencias de Barcelona, hoy Cosmo Caixa. Y de esta
forma, colorín colorado, finalizó uno de los noticiarios más famosos (y
tarareados) de la Historia Contemporánea de España.
martes, 29 de diciembre de 2015
domingo, 27 de diciembre de 2015
LA GUERRA DE LAS NARANJAS
En 1801 el
entonces poderoso Napoleón, señor de casi toda Europa, solicitó, o más bien ordenó, a la corona
española que en virtud de los tratados pactados con Francia, atacara a Portugal
pues estos seguían ofreciendo sus puertos
y comerciando con Inglaterra a pesar de sus continuas advertencias. Así pues en
mayo de ese año España invadió el reino de Portugal como castigo a su rebeldía.
La guerra duró muy poco, unos dieciocho días, y las tropas españolas
encontraron poco resistencia ocupando de esta manera distintas ciudades y
pueblos casi sin pegar un tiro. El 6 de Junio se firmó el Tratado de Badajoz en
el que se devolvían casi todos los lugares ocupados (menos Olivenza y Vila
Real) a la vez que se fijaba una nueva frontera entre ambos reinos. Entonces,
¿por qué se la llamó Guerra de las Naranjas? Pues debido a que cuando los
soldados españoles entraron en la ciudad de Elvas arrancaron una rama bien
cuajada de naranjas y se la entregaron al entonces valido de Carlos IV, Manuel
Godoy. Acto seguido éste mando enviarlas a Madrid para que fueran entregadas a
la reina María Luisa de Parma como símbolo de que había obtenido la victoria
frente a las tropas lusa. Claro está, en cuanto se supo este hecho rápidamente comenzaron
aparecer sátiras y chanzas de sus oponentes políticos y del mismo pueblo
aludiendo a los supuestos amores existentes entre el valido y la reina frente a
las mismas narices de su propio marido el rey.
viernes, 25 de diciembre de 2015
EL ORIGEN DEL NOMBRE DEL BARRIO DE TETUÁN
Al igual que en Marruecos,
en España, en concreto en Madrid, existe un barrio llamado Tetuán. ¿De dónde
procede el gentilicio de este lugar? Pues precisamente hemos de retrotraer
nuestra memoria hasta la llamada Guerra de África, o Guerra del Rif, que se
produjo entre 1859 y 1860 y que tuvo como consecuencia la victoria de las
tropas españolas comandadas por Leopoldo O´Donnell o Juan Prim ante las
aguerridas tropas del sultán marroquí Muley-el-Abbás. Pues bien cuando las
tropas procedentes de África entraron en Madrid lo hicieron por el norte de la
ciudad a través de la conocida carretera de Francia (Bravo Murillo). Los
soldados, antes de hacer el paseo triunfal, colocaron sus tiendas militares en
aquella zona, a la que llamaron Tetuán de las Victorias, y pasado cierto
tiempo, al final, empezaron a aparecer ciertas casas y establecimientos
permanentes creando de este modo una nueva zona en la ciudad que con el tiempo
se convertiría en uno de los barrios más populares de Madrid.
martes, 22 de diciembre de 2015
UNA CLAUSULA MÍTICA
Con el fin de
cercar al enemigo más enconado de los Austrias, Francia, Carlos V decidió en
1553 casar a su hijo, el futuro Felipe II, con su tía María I de Inglaterra. Y
aunque al joven príncipe no le hizo nunca gracia emparejarse con una mujer que
era mayor que él decidió acatar las órdenes de su padre por el bien del Imperio.
Las negociaciones no fueron fáciles pues los ingleses temían perder su
autonomía al ver que su reina se casaba con un príncipe español. Es por ello
que Felipe tuvo que jurar que solamente sería rey regente, que respetaría los
derechos y privilegios de sus súbditos y que solamente su heredero sería rey de
Inglaterra. Y no solo juró estas clausulas sino que a su nombramiento añadió
una más: que renunciaría al trono británico si pasado cierto tiempo se
presentara ante él el mítico rey Arturo y reclamara la corona de Inglaterra.
Entonces, y solamente entonces, el joven Felipe se marcharía a España sin poner
ningún problema.
sábado, 19 de diciembre de 2015
VIKINGOS CONTRA INDIOS
A los equipos de
futbol no solo se les reconoce por el nombre de su equipo, o por su escudo y
bandera, sino también por el mote por el que el equipo contrario les moteja. Un
ejemplo de ello lo vemos en la eterna disputa existente entre los dos equipos
principales de Madrid, es decir, el Real Madrid Club de Futbol y el Club Atlético
de Madrid (con perdón del Rayo Vallecano), situados uno frente al otro
separándoles geográficamente el rio Manzanares. Pues bien a los primeros, al Real
Madrid, se les conoce con varios apodos. Uno de ellos es el de merengues, que evidentemente se refiere
al color de sus camisetas deportivas ya que se asemejan al blanco de aquel
delicioso dulce. Pero también se les conoce como vikingos, pues hace algún tiempo, cuando el Real Madrid ganó la
quinta Copa de Europa por 7-3 al Eintrach de Frankfurt un periodista escribió
en la revista inglesa Times la
siguiente frase: “El Real Madrid se pasea por Europa como antaño se paseaban
los vikingos, arrasándolo todo a su paso”. Llama la atención que hoy en día ese
mote de vikingos sea un símbolo referencial
de la hinchada blanca ya que en algunas ocasiones se pueden observar en las
gradas alguna pancarta con la imagen de un arrojado vikingo con espada y
escudo.
Ahora pasemos a
los nombres peculiares con los que se conoce a los atléticos. Se les llama de dos maneras: colchoneros e indios. El
primer mote se debe al color rojiblanco de sus camisetas ya que durante la
posguerra los colchones estaban recubiertos de una tela compuesta de franjas rojas y blancas. Hemos de decir que este sería
el apelativo antiguo (todavía en uso) ya que actualmente también se les llama indios. ¿A qué es debido esto? Según comentan
jocosamente los del Madrid, y con bastante mala intención, porque los del Atlético
de Madrid en la década de los sesenta y setenta fichaban muchos jugadores
sudamericanos, y, también, porque los seguidores del atlético se visten y
pintan a rayas rojiblancas y odian a los blancos.
Ver para creer. También hay que mencionar que hoy en día, al igual que los del
Madrid, los rojiblancos se enorgullecen de este último mote pues muchos
aficionados se visten a veces con motivos indios e incluso tienen una mascota,
una especie de mapache, llamado Indy.