¿Qué hay detrás de una partitura? ¿Cuántos
sufrimientos y miserias rodean a la obra de arte? (Mª Encina Cortizo y
Ramón Sobrino, musicólogos de la Universidad de Oviedo)
De nuevo tengo
el gusto de presentarles la continuación de uno de los libros más curiosos que
existen en el campo historiográfico de hoy en día. Se trata de la segunda parte
de la Historia insólita de la música clásica,
escrito por Alberto Zurrón, y nuevamente publicado por Nowtilus en su colección
Historia Incógnita. Tuve la suerte de conocer al autor en su anterior libro, al
igual que de reseñarlo en este blog, y he de confesar que la continuación sigue
siendo igual de excelente. A diferencia de otras segundas partes que
normalmente decaen, Historia insólita de
la música clásica II sigue haciendo que los que disfrutamos con las
peculiaridades históricas pasemos un rato entretenidos al tiempo que nos hace
aprender de manera divertida algunos datos que desconocemos.
Al abrir este
ejemplar deseaba que me volvieran a saltar a la cara una nueva retahíla de
historias humanas de los mayores compositores y músicos de todos los tiempos, y
¡Pardiez! que el novelista y ensayista Alberto Zurrón no me ha defraudado. Al
igual que en su anterior volumen nuestro autor nos ofrece un catalogo de
debilidades, aventuras indiscretas, y golpes de buena y mala suerte de forma
sencilla y entretenida provocando de hecho que tras terminar una de las
lecturas uno quiera indagar aun más en la vida de estos músicos, hechos de
carne y hueso, y no presentados como figuras de mármol impoluto, intocables, como
normalmente han hecho las biografías existentes. A lo largo de sus 352 páginas
el lector puede solazarse con distintos capítulos como los que hablan sobre los
increíbles inicios de algunos músicos y su condición de niños prodigio (pues no
solo Mozart lo fue); o el que se centra en las enfermedades y manías sanitarias
que tenían no solo en su vida privada sino también a la hora de componer y
mostrar su música al público (como por ejemplo la sordera de Beethoven, la sífilis
de Schubert, los problemas que tenía Tchaikovsky con el alcohol…) e incluso uno
de los capítulos incide en el amor que tenían los músicos con respecto al mundo
animal. Como se puede observar cada volumen
que escribe Alberto Zurrón completa aún más al anterior, consiguiendo todo un
compendio de curiosidades musicales.
Este libro, Historia insólita de la música clásica II,
se lee (o mejor dicho se devora) de forma rápida, ágil, pudiéndose degustar en
cualquier sitio de manera divertida pues uno de los elementos más característicos
es el humor que desprende estas curiosidades tan desconocidas en muchos casos
por el público en general. Así pues les animo que se hagan con este ensayo pues
van a pasar horas y horas con una sonrisa en la cara disfrutando con todo tipo
de extravagancias musicales a la vez que sacará algún mensaje y aprendizaje que
no caerá en saco roto.