Todo el mundo
sabe que significa la palabra “idiota”. No creo que haga falta que les indique
el significado, pero lo que sí es interesante saber es que no siempre este término
despectivo significó lo que hoy en día. El origen del vocablo idiota hay que
buscarlo en la antigua Grecia. Allí el término idiotes se refería a la persona que no quería meterse en temas políticos
y públicos y que solo se preocupaba de su vida privada. E incluso hacía
referencia a las personas asociales que se retiraban de la sociedad y que no
querían saber nada de ella. Pero fue en tiempos de los romanos, poco después,
cuando la palabra idiota empezó a teñirse de una sombra despectiva. De persona
asocial pasó a persona ignorante, iletrada y torpe que no sabía conducirse
entre la gente.