Dios crea al dinosaurio. Dios destruye al
dinosaurio. Dios crea al hombre. El hombre destruye a Dios. El hombre crea al
dinosaurio (Parque Jurásico)
En 1993 se
estrenó en todas las salas de cine una de las películas más entretenidas e
icónicas del siglo pasado: Parque
Jurásico (Steven Spielberg). En ella nos mostraba como un multimillonario
llamado John Hammond crea de la nada, a través de la clonación de seres vivos,
un tipo de parque recreativo en el que los principales protagonistas son los dinosaurios.
En verdad todo un reto fascinante para el grupo de científicos que deciden
adentrarse en él antes de su apertura. Como muchos de los que fuimos a ver aquel
film, Parque Jurásico se convirtió de
pronto en una de nuestras películas preferidas además de despertar una fiebre en
todos sobre todo lo relacionado con aquellos seres. Antes, los dinosaurios,
para el común de los mortales no especializados, eran simples animales
gigantescos que o bien aparecían en grotescas cintas fílmicas del colegio o
bien eran puro hueso reconstruido en los museos de ciencias naturales. Pero la película
de Steven Spielberg despertó algo que había dentro de todos nosotros: un ansia
por saber qué fueron aquellos seres, que hábitats ocupaban, y cómo habían
pasado de ser reyes de la Tierra a una rápida extinción. Pero con el paso del tiempo,
y con el descubrimiento de que Steven Spielberg había dado muchos datos falsos
o incorrectos, aquella fiebre se fue mitigando poco a poco, pasando el tema de
los dinosaurios de nuevo al campo meramente científico. Una pena, la verdad.
Pero hete aquí
que recientemente ha aparecido un ensayo muy interesante titulado La Ciencia de los Dinosaurios, escrito
por Jaime Mora Cuadrado que a través de la técnica de preguntas y respuestas
nos adentra de nuevo en el mundo de los dinosaurios de manera muy curiosa y
fascinante, a la vez que didáctica y rigurosa. Las 100 preguntas generales que
atesoran este ensayo nos interrogan a la vez que nos explica sobre qué eran
esencialmente los dinosaurios (voz compuesta del griego deinos, “terrible”, y sauros
“reptil”), cuál era su complexión física, dónde habitaban,; qué diferencias
habían entre las distintas razas; cómo llegamos a conocerlos y a descubrirlos;
su evolución y cómo fue su extinción; las cientos de teorías que hay sobre
ellos; y un sin fin de curiosidades y hechos muy entretenidos que harán que
nuevamente volvamos a sentir una fiebre
dinosauria de nuevo. Sin duda alguna, La
Ciencia de los Dinosaurios es un gran trabajo que nos acercan a los
lectores, que como yo no soy muy especialista en este campo, a un mundo
fascinante que hará que nos interesemos más por ellos y por cómo estos titanes
de la naturaleza, (y lo digo no solo por lo físico pues también había
dinosaurios chiquitos), lograron ser durante tantos milenios los verdaderos
reyes de este Planeta Azul.
Buena lectura.