En esencia era
la guardia personal del emperador encargada de la seguridad de la familia
imperial. Sus orígenes se remontan
al 146 a. C cuando Publio Cornelio
Escipión Emiliano acudió al sitio de Numancia junto con una escolta de 500
hombres. Éstos, al llegar a su destino acamparon junto al Pretorio (zona en la
que se ubicaba la tienda del general) y por eso se les acabó llamando
Pretorianos. Pero fue en tiempos del emperador Augusto cuando se establecieron
sus funciones principales de guardia personal del propio emperador. Tiberio, sucesor
de Augusto, también se preocupó de ellos y les concedió unos terrenos más allá
de las murallas de Roma, el Castra
Praetoria, para que izaran su campamento. Desde ese momento decidieron
tomaron el escorpión como emblema de esta unidad en honor, sobre todo, del
signo zodiacal del propio emperador.
Desde entonces, y aunque no era fácil entrar en esta guardia, los
pretorianos fueron creciendo en número, diez mil en los mejores tiempos, y
adquirieron tanto poder que incluso a veces decidían sobre la vida o muerte del
propio emperador, como ocurrió por ejemplo con el asesinato de Caligula y la
elección de Claudio como su sucesor. Al final podemos fijar la existencia de la
guardia pretoriana alrededor del 312 cuando Constantino venció a Majencio en la
batalla del Puente Milvio. Una de las primeras cosas que hizo el nuevo
emperador fue disolver esta unidad especial de guardia y combate.