A mediados de los años 50, el equipo del Manchester United, popularmente conocidos como los Busby Babes, gracias a su carismático entrenador Matt Busby, era en uno de los conjuntos más jóvenes y prometedores de Europa. Pero ser uno de los conjuntos más queridos en Inglaterra y del continente no le libró de una de las mayores tragedias deportivas de los últimos tiempos. Ocurrió el 6 de Febrero de 1958 cuando regresaban de Belgrado (Yugoslavia) de disputar el partido de vuelta de la Copa de Europa contra el Estrella Roja. Nada más terminar el encuentro montaron en un avión AS-57 Ambassador de la British European Airways con destino las islas británicas y parada técnica en Munich para recargar combustible. En total había 38 pasajeros y 6 tripulantes y nada hacia presagiar lo que ocurría horas después.
Cuando llegaron al aeropuerto alemán había caído una gran nevada y las pistas se encontraban en mal estado. Lo prudente hubiera sido bajarse del aparato y pasar la noche en la ciudad hasta que escampara. Pero, cosas del destino, decidieron seguir el viaje nada más recoger el combustible. El avión hizo dos intentos frustrados de despegue, pero al tercero, alrededor de las tres de la mañana, se salió de la pista y chocó contra una casa cercana partiéndose el aparato en dos. Los que iban en cola murieron al instante, y los que iban en la parte delantera se salvaron o sufrieron graves heridas. En cuanto paso la conmoción aquellos jóvenes que no habían resultado heridos corrieron por la nevada pista, tambaleándose, para rescatar a los compañeros que no hubieran muerto.
En total murieron 21 ocupantes en el acto, de los cuales 7 eran jugadores: Geoff Bent, Eddie Colman, Mark Jones, David Pegg, Tommy Taylor, Liam Whelan y el capitán Roger Byrne. También el secretario del club, Walter Crickmer y los técnicos Tom Curry y Bert Whalley. A estas terribles cifras hay que sumarle 8 periodistas, una azafata y dos pasajeros. Dos heridos, el fantástico y prometedor centrocampista Duncan Edwards falleció el día 21 y el segundo piloto Kenneth Rayment le siguió semanas después. También resultó herido el entrenador, Matt Busby que permaneció en un hospital alemán hasta su recuperación total. Pero ¿por qué se produjo el accidente? Además de la ya citada imprudencia al no esperar a que dejara de nevar, en un principio se sugirió que fue un error del copiloto, aunque recientemente las investigaciones han demostrado que la tragedia se debió a un aumento de lodo en la pista.
Pasados los funerales, y con las heridas todavía abiertas, el equipo del Manchester United, ya recompuesto con jugadores nuevos y algunos de los heridos prosiguió la temporada 1957-1958, con un gran nivel de juego, rápido y vertical, llegando incluso hasta la final inglesa de la FA Cup. Es en este momento donde nace la leyenda de los Diablos Rojos (como son conocidos actualmente los jugadores del Manchester United) En la siguiente temporada (58-59) Matt Busby, ya recuperado de sus heridas rehizo todo su equipo y organizó uno nuevo en el que incluyo nuevamente a supervivientes de la tragedia entre ellos Bill Foulkes y el famoso Bobby Charlton (actualmente Sir y considerado como el mejor jugador inglés de todos los tiempos) Desde aquellos momentos la trayectoria del Manchester fue imparable, ganando diez años después la Copa de Europa convirtiéndose en el primer equipo inglés en conseguirlo.
Actualmente en Old Trafford, el estadio del Manchester United, hay una placa conmemorativa y un reloj que marca la fecha y hora de la tragedia. Recientemente en la grada sur, donde está el denominado Túnel de Munich se ha instalado un monumento donde aparecen los ocho jugadores que perecieron en aquella funesta noche.