El 5 de Agosto de 1620 un grupo de disidentes religiosos ingleses conocidos como Los Separatistas, pues su voluntad era vivir al margen de la iglesia anglicana, partieron del puerto de Southampton a bordo de dos barcos, el Speedwell y el Mayflower, para fundar una nueva colonia buscando la libertad y alejarse lo más posible de la persecución y acoso que estaban sufriendo por parte de los funcionarios y clérigos locales. Aun así, a pesar de sus ansias de riqueza, sufrieron a lo largo del viaje una auténtica odisea por tierra y mar que sería recordada durante siglos.
Nada más salir de puerto uno de los barcos, el Speedwell comenzó a sufrir una serie de averías que la obligaron a recalar en el puerto de Dartmouth con lo que los 102 peregrinos tuvieron que apretujarse en un único barco. Fueron dos meses muy duros de travesía en el que sufrieron terribles tormentas, enfermedades derivadas de las asfixiantes condiciones de vida y un buen número de averías, pero aun así solo se registró un solo fallecimiento, el joven criado del doctor Samuel Fuller, e incluso el nacimiento de un bebe a bordo, al cual se le puso el nombre de Oceanus.
El destino original del viaje era el Norte de Virginia, y arribar a una colonia llamada Jamestown, fundada en 1607. Pero en un crucial debate a bordo del Mayflower se llegó a la decisión de buscar una zona no colonizada por el hombre blanco para de esta manera evitar ser acosados de nuevo por los anglicanos. Así que cambiaron el rumbo y en Noviembre de 1620 los Padres Peregrinos avistaron una zona llamada Cabo Cod (Massachussets) Después de estudiar el lugar vieron que era poco acogedor por lo que optaron de nuevo por viajar más al norte, y a mediados de Diciembre desembarcaron en un enclave que años atrás un aventurero inglés llamado John Smith había llamado Plymouth.
Nada más llegar se dieron cuenta de que el retraso en decidir el lugar de fundación de la nueva colonia había sido fatal pues en aquella época era imposible plantar las semillas debido al duro frió invernal. El destino de los peregrinos parecía totalmente echado pues la nieve, el hielo, las enfermedades contraídas durante la travesía y la falta de alimento hicieron que muchos murieran antes de la llegada de la primavera, como por ejemplo el primer gobernador John Carver. Más de la mitad habían muerto cuando ocurrió el milagro: un buen día unos indígenas de la zona se dirigieron a los temerosos colonos y ante el asombro de estos uno de ellos sabía hablar perfectamente ingles. Era un indio llamado Squanto, que había sido raptado por un explorador ingles, el cual lo había intentado vender en Málaga siendo liberado posteriormente por unos monjes que le permitieron volver a Inglaterra y desde allí pasar de nuevo a América. Este buen hombre les enseñó que la tierra donde ahora ellos vivían era fértil e inmensa y que era fácil cultivarla a la manera india. Hizo de intermediario con Massasoit, jefe de los wampanoag, quien les ayudó a roturar la tierra y les dio comida para pasar el invierno.
Meses después los peregrinos vieron como la tierra les daba una gran cosecha y para celebrarlo invitaron a los indios, unos noventa en total, para que compartieran un gran festín de conmemoración con ellos y de esta manera dar gracias a Dios por sus dones y por haberles concedido la gracia de haber conocido a sus salvadores. Este es el origen del Thanksgiving Day, o Día de Acción de Gracias, que George Washington en 1789 convirtió en fiesta nacional.