Aunque parezca una frase inventada en los cómics de Asterix, la continua letanía de los galos “no tememos a nada salvo a que el cielo se caiga sobre nuestras cabezas” es totalmente verídica. Se cuenta que unos mercenarios galos fueron llamados por Alejandro Magno para felicitarles por su valentía en batalla y preguntarles qué era lo que les había animado en el combate. Éste creía que los que más les había motivado era saber que habían luchado a las órdenes del gran conquistador pero se llevó una sorpresa al responderle que ellos no temían a nada sino a que el cielo cayera sobre sus cabezas.
Y seguramente alguno de aquellos intrépidos galos apostilló al final: ¡Están locos estos macedonios!