No hace mucho tiempo la empresa de telecomunicaciones española Telefónica ofrecía a sus clientes la posibilidad de saber la hora, e incluso de tener despertador, marcando el número 093. El avance de la tecnología y la competencia hizo que esta utilidad dejara de existir. Pero ¿y si les dijera que muchísimos años antes ya hubo un intento de imponer este servicio en España? Pues bien ocurrió que nada más terminar la Guerra Civil en 1939 el periódico Arriba, anunció la puesta en marcha en Madrid de la Cronotelefonía Automática Nacional. Su inventor fue Bernardo L. Cienfuegos y consistía en un servicio telefónico de avisos que no solo te informaba de la hora sino que también servía para alabar al Caudillo. Por ejemplo si a las diez y media de la noche levantabas el auricular podrías oír lo siguiente:
Diez, y treinta ¡Arriba España!... Diez, treinta ¡Viva Franco!
Era un servicio tan politizado y surrealista que incluso los gerifaltes nacionales viendo la poco practico que iba a ser este invento nunca dejaron que saliera a la luz.