A lo largo de la Edad Media en las universidades españolas aparecieron un grupo de estudiantes conocidos como sopistas que ofrecían su música y bailes en las fiestas a cambio de algunas monedas o un plato de comida conocida como la “sopa boba”. Es por ello que estos estudiantes llevaran siempre a mano una cuchara y un tenedor de madera, símbolo que actualmente han conservado los tunos. Al igual que éstos por las noches también gustaban de rondar las mujeres de las damas con la misión de enamorarlas o simplemente por diversión.