En el siglo XVI
durante una extracción de perlas cerca de las costas de Panamá se consiguió
pescar una de las joyas más famosas del mundo: La Peregrina. Tanta era su perfección que Felipe II llegó a pagar
la friolera de 9000 ducados por ella. A partir de entonces fue pasando de mano
en mano y de traje en traje siendo la debilidad de grandes mujeres como por
ejemplo Isabel Clara Eugenia, Margarita de Austria, Isabel de Borbón o María
Luisa de Orleáns. El ansia por lucirla fue retratada por Velázquez y otros
pintores de la época en sus cuadros. Pero cuando llegó la Guerra de
Independencia Española (1808-1814) esta perla desapareció del tesoro de la
Corona pues el rey José Bonaparte, al huir de la Península, se la llevó en el
fondo de algunas de sus famosas maletas.
Despues de este
robo se pierde la pista hasta que el actor Richard Burtón la compró en 1967 por
unos 27.000 euros y se la regaló a su esposa Elisabeth Taylor. Muchos años después
en 2011 La Peregrina vuelve hacer acto de presencia pues es vendida por la prestigiosa casa de subastas Christie’s a un anónimo comprador que no
dudó en pagar un preció más elevado que el que en su tiempo hicieron Felipe II
y Richard Burton: ¡nueve millones de euros!.