Los Ushebtis
eran pequeñas figuras hechas de fayenza, madera, piedra o lapislazuli (las más
caras) que se enterraban en las tumbas junto al cadáver para que éste no
tuviera que trabajar en los Campos del Ialu o paraíso egipcio. Los ushebtis,
conocidos igualmente en el Imperio Medio como Shabtis y en el Nuevo como
Shauabtis, también eran llamados “Los Contestadores” ya que cuando el muerto
llegaba al Más Allá lo primero que hacía era llamarles, a lo que éstos inmediatamente
respondían “Aquí estoy”, poniéndose enseguida a sembrar el campo para recoger
trigo celestial o llenar canales de agua divina. De este modo se convertían en
verdaderos esclavos que hacían el trabajo del finado.
Estas pequeñas
esculturas estaban decoradas con las herramientas que simbólicamente iban a
necesitar en el Paraíso. Los ricos se hacían enterrar con muchas de estas
figuras, mientras que los pobres solamente con una o ninguna. Y es que incluso en
el Otro Lado también existían clases sociales.