domingo, 30 de marzo de 2014

EL TIEMPO PRECISO DE UN CÓNCLAVE



Quince días después de la muerte de un Papa se reúne el cónclave vaticano. Su nombre proviene del latín cum clave (bajo llave) y en ella cardenales de todos los lugares del mundo se reúnen a puerta cerrada, en secreto, para elegir a la persona que calzara en un futuro las sandalias del pescador y acabar de esta manera con el periodo de sede vacante.  Puede ser elegido cualquier purpurado, y si no hubiera otro remedio un católico, varón que fuera sacerdote o no mediante aclamación popular. La historia de los conclaves a través de la historia ha sido muy compleja y llenaría varios libros contarla pormenorizadamente. Pero lo que nos interesa aquí reseñar es que el Papa que organizó y sistematizó el cónclave moderno fue el Papa Gregorio X ya que las reuniones anteriores durante muchísimo tiempo. Tantos eran los intereses que estaban en juego. Con decirles que la elección de nuestro protagonista duró hasta ¡tres años! Para evitar estas demoras tan escandalosas el nuevo Pontífice ideó un sistema rígido para que no se volvieran a repetir estas situaciones. Primeramente ordenó que los príncipes de la iglesia fueran encerrados en un palacio y que no salieran de allí hasta que eligieran un nuevo Papa. Si después de tres días no se había producido ninguna elección pasaban a recibir un solo plato de comida al día durante cinco jornadas. Y si pasado ese tiempo tampoco pasaba nada solo se les podía hacer llegar pan y agua. Más les valía ser rápidos.