El misterio es la
cosa más bonita que podemos experimentar. Es la fuente de todo arte y ciencia
verdaderos. Albert Einstein
De Egipto, Roma,
Grecia, e incluso Mesopotamia sabemos mucho. Y también tenemos conocimientos
básicos de otras culturas como las precolombinas u oceánicas. Esa pequeña
sabiduría que atesoramos, la que hemos aprendido con datos y fechas exactas
hace que los historiadores, o aficionados a la historia estemos instalados en
una zona de confort tranquilo pues pensamos que nada hará tambalear lo que con
tanto esfuerzo se ha conseguido esclarecer. Pero, hay momentos, ocasiones o
lugares en los que aparece algo que
no debería estar ahí, que no encaja y que nos hace replantearnos muchas cosas
que ya teníamos aseguradas en nuestro cerebro. Descubrimientos científicos y arqueológicos
que tiran hacia atrás otras teorías antiguas, o elementos físicos que no
corresponden con la fecha en que ha aparecido. De todos estos descubrimientos y
hallazgos es de lo que trata el libro de Tomé Martínez Rodríguez Civilizaciones perdidas, en los que
analiza aquellos yacimientos arqueológicos y otros misterios de la antigüedad
que todavía están siendo estudiados por los expertos en la materia y a los que
el ser humano no ha encontrado una explicación definitiva.
Hay que advertir
que la mayoría, por no decir casi todos, los misterios, enigmas y ooparts que aparecen en el libro se
mueven en una zona bastante complicada de hablar, sobre todo si se hace a
alguien que solo se rija por la, llamémoslo así, “Historia Oficial”. Nos
encontramos con un pie en el mundo del mito, siempre tan sugerente a la
imaginación popular, y la historiografía. Es decir que a veces junto con los
datos constatables, puros y duros, hay que tener en cuenta el “reverso de la
moneda” de la diosa Clío. Pero lo importante es tener claro que porque todavía
estén en estudio o en un arduo proceso de discusión académica no debemos arrinconarlos
al olvido ya que todos estos vestigios y lugares lo que hacen es enriquecer a
la Historia Universal y verla desde distintos puntos de vista que afiancen más
nuestros conocimientos. Recuerden: una moneda no es nada sin sus dos caras.
A lo largo del
libro vamos a encontrar un compendio muy completo de los misterios que han
envuelto a las civilizaciones desaparecidas como las precolombinas, las que
habitaban por ejemplo la Isla de Pascua, el Oriente, Europa en sus comienzos… y
cuales eran los elementos que los hizo grandes no solo desde un punto de vista
conquistador, sino también científico o social. Una duda nos llevara a otra, y
de ésta pasaremos al asombro, y nos conducirá finalmente a cuestionarnos cosas
que ya sabíamos. ¿Cómo es posible que aquellos pueblos tuvieran tantos
conocimientos astronómicos o cartográficos? ¿Qué les llevó a ir a la decadencia
si ostentaban secretos deslumbrantes? Y así continuamente. El autor, con letra
precisa y evocadora, nos asombrará desde la primera página con historias como
la de los dioses blancos, viracochas americanos, civilizaciones rodeadas de
selvas impenetrables como las de Angkor, duros y pétreos semblantes de moais
reverentes, o impresionante tecnología imposible de hallar en otros lugares del
mundo. Datos y datos, mito y realidad en
una auténtica cascada de conocimientos que harán las delicias de cientos de
lectores deseosos de ir más allá de lo que hay en los libros de historia y que todavía
tienen ganas de asombrarse con el Valle de los Gigantes, Stonehenge, Machu
Pichu o el testimonio inmortal de las pirámides egipcias, oscuros dólmenes o el
silencio de los olvidados anasazis.