En Madrid, en el
Parque del Retiro se encuentra el árbol más viejo de la capital. Según cuentan
las leyendas (y sus jardineros) este impresionante árbol llamado ciprés calvo,
aunque en verdad es un ahuehuete mexicano, fue traído por Cristóbal Colón en
uno de sus viajes, e incluso algunos creen que es el mítico árbol donde Hernán
Cortés lloró en la jornada conocida como La Noche Triste (30/06/1520) cuando
los aztecas acabaron con la vida de la mitad de sus soldados al ser expulsados
de Tenochtitlán. Pero en verdad su nacimiento fue algo más tardío pues fue
plantado allí en 1633 cuando el Conde-Duque de Olivares inauguró este parque
madrileño, conocido en un futuro como el Retiro, para descanso del Rey Planeta,
Felipe IV.
Según parece
durante la Guerra de Independencia algunas tropas francesas se alojaron en el
Parque del Retiro y arrasaron gran cantidad de árboles menos el gran ciprés
calvo. Como era tan alto no dudaron en poner allí un puesto de observación y a
su lado, en una horcadura, un cañón para disparar contra la ciudad. Actualmente
este viejo árbol todavía es el rey del Retiro, a pesar de que las autoridades
han tenido que ponerle una valla de hierro a su alrededor ya que algunos
vándalos han intentado acabar con su vida echándole sal en sus raíces, y que
grupos pertenecientes a oscuras sectas hayan hecho rituales bajo sus ramas.