Aunque el
salvaje Oeste contó con varios medios de comunicación como el telégrafo, el
tren o el barco a vapor, el más famoso de todos ellos, y que más ha calado en
la imaginación popular fue el mítico Pony
Express. Este servició postal a caballo nació de la necesidad de que los
mensajes entre el Este y el Oeste de los recientes Estados Unidos fueran más
rápidos, debido a que, por ejemplo, un mensaje en 1845 podía tardar en llegar a
California unos seis meses, e incluso todavía en 1860 la empresa de diligencias
Butterfield Overland Mail lo lograba en unos 25 días.
Así pues desde
Washington creyeron necesario crear un servicio de correo a caballo entre
Missouri y California que fuera lo más rápido posible. A los tres socios
fundadores del Pony Express Russell, Majors & Wadell (que también eran
dueños de las tres principales empresas de diligencias), el estado federal les
indicó que los enlaces postales debían hacerlo por el centro del país para
ahorrar tiempo, y que el correo no debía tardar en llegar más de diez días
teniendo una salida a la semana como mínimo. Les daban a estas tres empresas 75
días para crear todo el servicio, lo cual fue les obligó hacer un esfuerzo
titánico de implementación del servicio en poco tiempo. Debían cubrir alrededor
de 3165 kilómetros de recorrido, y que el cambio de caballo ser hiciera entre
15 y 24 kilómetros. Para ello serían necesarios 190 relevos, o lo que es lo
mismo 190 instalaciones con un buen número de caballos frescos en sus cuadras a
la espera de que llegara el enlace. Se pusieron anuncios en todos los estados
pidiendo jinetes pero aunque había muchos no todos valían. Los riders del Pony Express según reza el
anuncio debían tener los siguientes requisitos: “se necesitan jinetes jóvenes,
delgados (no más de 56 kilos), resistentes, a ser posible no mayores de 18
años, dispuestos a asumir riesgos mortales a diario (…) preferiblemente huérfanos…”
y todo ello por 25 dólares a la semana. En un abrir y cerrar de ojos la
naciente empresa consiguió reunir a los 500 jinetes que les hacía falta pues la
paga era muy buena. Hay que precisar que el requisito de pedir “jinetes
delgados” se debía que el raudo caballo debía llevar no solo al jinete sino
también las sacas de correo en su grupa y cualquier peso innecesario podía
hacer retrasar la entrega. Además la empresa permitía que, debido al temor de
que aparecieran indios salvajes o salteadores, estos riders pudieran llevar dos revólveres o una carabina marca Colt
para defenderse, aunque tiempo después se les redujo el armamento a un solo
revolver para que llevaran menos peso.
El Pony Express
tenía su sede central en Patee House, en la ciudad de Saint Joseph (Missouri),
ya que allí fue donde comenzó a operar el 3 de Abril de 1860. Su primer
servicio consistió en una saca con 49 cartas. A lo largo de su efímera
existencia (solo duró unos 18 meses) el Pony Express vivió muchas aventuras, y
surtió al imaginario publico con un montón de historias inolvidables, aunque
también estuvo plagado de un buen número de jinetes muertos. Esta mítica empresa de
mensajería echó el cierre el 24 de Octubre de 1861, haciendo su último viaje el
21 de Noviembre de aquel mismo año. La mala gestión de los directivos del Pony
Express y la aparición del telégrafo acabaron por enterrar un servicio que
aunque duró pocos años acabó de entrar de lleno en la mitología inmortal del
Oeste.
Fuente: Breve Historia de la Conquista del Oeste, de Gregorio Doval