Desde el
principio, en casi todos los discursos de Adolf Hitler (1889 – 1945) se repetía
continuamente la siguiente expresión: El
Reich de los Mil Años. Por ejemplo el 1 de Septiembre de 1933 el dirigente
alemán se dirigió a su pueblo diciendo que su legado perduraría en el tiempo y
que sería un Tausendjähriges Reich (o
Reich de los Mil Años). Seis años después el ministro Goebbels matizó este
discurso y cambió el término por el de Gran
Reich Alemán. Como se puede ver el Führer tenía una especie de obsesión con
esta idea. Y aunque pueda parecer paranoico (que lo era) esta fijación con el
milenarismo no era gratuita sino que le venía dada por una costumbre alemana que
hunde sus raíces en la misma Edad Media.
En aquella
época el monje Gioacchino da Fiore (1130
– 1202) distinguía tres etapas en la historia de la humanidad: la del Padre
(perteneciente al Antiguo Testamento); la del Hijo (es decir, el Nuevo
Testamento); y la del Espíritu Santo en la que aparecería un nuevo Mesías que
gobernaría un total de mil años e inauguraría un Tercer Imperio que enlazaría
con la venida del hijo de Dios y el Reino de Cristo. Ya entonces se pensó que
la persona que encarnaba a este nuevo Mesías era el emperador Federico II (1194
– 1250). Pero no fue así. Tiempo después los ilustrados y pensadores como
Friedrich Hegel pensaron que este reino milenario había llegado con la edad de
la Razón, e incluso a principios del siglo XX todavía se seguía pensando. Fue
entonces cuando Arthur Moeller van den Bruck (1876 – 1925) acuño en 1923 la
expresión Das Dritte Reich (El Tercer
Reich). Éste opinaba el Sacro Imperio Romano Germánico era el primer Reich; que
el creado por Bismarck era el segundo; y que el tercero estaba a punto de
llegar. Adolf Hitler, por lo tanto, solo tuvo que recoger esta idea como suya y
proclamar a los cuatro vientos que su gobierno era la encarnación del Tercer
Imperio (Reich) y que sería una etapa gloriosa que duraría mil años. Menos mal
que solo fueron doce. Todo un alivio.
Fuentes: Diccionario crítico de mitos y símbolos del
nazismo, de Rosa Sala Rose