¿Sabías que la
primera vez que se utilizó artillería en Occidente fue durante la Reconquista?
Parece ser que es durante los siglos XII y XIII cuando se atestigua el primer
uso de este tipo de fuego en tierras de Al-Andalus y en la España cristiana.
Las crónicas medievales de aquel tiempo cuentan que Alfonso I de Aragón utilizó
la artillería en la toma de Zaragoza (1118) y en cambio fueron los cristianos
quienes la sufrieron en sus carnes durante el sitio de Niebla (1157). Se dice
que los moros que defendían aquel castillo utilizaron “piedras y dardos con
maquinas y tiros de trueno con fuego”.
No sabemos muy
bien lo que eran estos “truenos con fuego” del que nos hablan los cronistas,
pero lo que si podemos asegurar es que los primeros cañones, como los conocemos
hoy en día, se utilizaron ya en el siglo XIV. En los Anales de Aragón, el eminente escritor Zurita dice que cuando el
rey de Granada atacó Alicante en 1331 “puso en aquel tiempo de gran terror una
nueva invención de combate, que entre las otras maquinas que tenía para
combatir los muros, llevaba pelotas de hierro que se lanzaban con fuego”.
Tiempo después este ingenio también se utilizó en los asedios cristianos de
Baza (1325) y Tarifa (1340). Así pues una nueva forma de hacer la guerra nacía
en la vieja piel de toro.