Podemos creer
que este icono del futbol ha existido siempre, pero la utilización de las
tarjetas rojas y amarillas es bastante reciente. Fue inventado por el árbitro
británico Kenneth Aston tras haber arbitrado un partido bastante complicado entre
Inglaterra y Argentina en el Mundial de 1966. Después del encuentro, mientras
conducía, se paró ante un semáforo y tras mirar sus luces pensó que se podía
aplicar este código al mundo del futbol. Es decir, que con el color amarillo se
deja pasar una expulsión, aunque estás advertido, y con el rojo has de pararte
e inmediatamente ser expulsado del terreno de juego. Poco después trasladó su
idea a la FIFA (Federación Internacional de Futbol Asociación) quienes
aceptaron su propuesta poniéndola en práctica en el siguiente campeonato
mundial de fútbol, en concreto en el de México 1970.