Siempre se ha
dicho que los mejores violines del mundo han sido los fabricados en el taller
de Antonio Stradivari (1644 – 1737) en
Cremona. Pero ¿por qué? ¿Cuál es el motivo por el que son tan apreciados entre
los músicos? Muchos luthiers y entendidos en el tema han estudiado estos
violines desde siempre, y hay quienes opinan que su éxito reside en el uso del barniz, su secado posterior, o
incluso algunos piensan que meramente se trata de la mano maestra de sus
artesanos. Aun así, a pesar de lo dicho,
recientemente un experimento químico ha revelado que el secreto de los Stradivarius
está en la madera. Según parece los
violines de la época estaban fabricados con maderas llenas de carcoma, mientras
que las usadas en el taller de Stradivari en Carmona no tenían esta enfermedad.
Los análisis químicos han descubierto que los artesanos, para evitar que los
violines se contagiaran de ella, los rociaron con un insecticida llamado “sal
de gemas”, que les había vendido el boticario loca,l y que sin querer se
cristalizó en la madera, produciendo que el sonido fuera más claro y bello al oído
del violinista y del público que lo escuchaba.