El mar no tiene ni
sentido ni piedad. (Antón Chejov)
Planeta Tierra…
¿A quién se le ha ocurrido poner este nombre a un astro que está compuesto por
casi el 70% de agua? Acaso deberían llamarlo, más apropiadamente, Planeta Agua o Planeta Azul, pues es el color predominante que se observa desde el
espacio. Pero bueno, ya que está puesto habrá que seguir llamándolo así. Aunque
de todas maneras, el mar, los océanos, siguen atrayendo a los hombres de forma hipnótica.
Como diría Jack Aubrey, alias el
Afortunado, personaje principal de las obras de Patrick O´Brian “¿Qué tiene
el mar que hace enloquecer a los hombres?”
. Ahora bien, viajar en un barco, o un velero, o simplemente meterse en
la seguridad de una orilla dorada, muchas veces no es banal, y la mayoría de
ellas es altamente desconcertante y misteriosa. Algunas veces el mar no
devuelve a sus hijos y otras veces los marinos aseguran haber visto, no
monstruos marinos de antaño, sino cosas extrañas e incluso haber presenciado
hechos que a más de uno les pondría los pelos de punta. Una frase
cinematográfica reza “Nadie puede oír tus gritos en el espacio” A lo que habría
que añadir “… y en el mar tampoco”.
En esencia, y remitiéndonos
al párrafo anterior, todo esto es lo que nos ofrece Víctor San Juan en su obra Extraños sucesos navales, editado por
Nowtilus en 2016. Este ensayo tan peculiar está encuadrado dentro de la
colección Historia Incógnita
evidenciando que no hay mejor lugar para narrarnos los curiosos incidentes que
sufrieron barcos y marinos a través de los siglos XIX, XX y XXI. El trabajo de Víctor
San Juan se circunscribe a hechos extraños y muchas veces sin explicación, tal
vez debido al azar, ocurridos en distintos mares del mundo. A través de sus
páginas podremos encontrar barcos fantasmas, en los que no solo parece ser que
está manejado por una fuerza mayor no comprensible por los humanos, sino que
también navegan vacios tras desaparecer de manera misteriosa sus tripulantes y
viajeros. Nieblas que sugieren formas indefinidas; muertos que hablan; animales insumergibles que llevan su propio
halo de infortunio a cuestas; tesoros que cambian de mano en mano; guerras
destinadas al fracaso; e incluso alienígenas y luces extrañas tienen cabida en
este repertorio de historias emocionantes.
Y aunque haya
algo no definido en el continuo rugir de las olas plutónicas, el lector no ha
de tener miedo de encontrarse con un libro de toques surrealistas y tintes conspiranoicos.
El autor, Víctor San Juan es un especialista consumado en temas marinos (por
algo es ingeniero naval, escritor y navegante) y todos los asuntos que trata en
estas páginas, desde buques malditos a enigmáticos submarinos, han sido
estudiados y confrontados para exponerlos sin ningún temor a través del tamiz histórico.
Mediante una prosa atrayente nos lleva a un terreno que muchas veces, tal vez
por temor o el desconocimiento, ha sido apartado de las crónicas marinas. Son
historias que los marinos, en sus ratos de saudade
o entre humo de pipas narran a sotto voce,
con un ojo puesto en el humo juguetón y otras veces en la puerta de la cantina
tal vez a la espera que se presente algún ser
perdido en un barco maldito. Así pues les animo a abrir este curioso y a la vez
excitante libro y dejarse llevar por el misterio que encierra los mares y también, por qué no,
mecerse por el encanto de aquello que está escondido tras la cortina del
tiempo.