En 1927 el Cardiff
City se enfrentó al Arsenal Futbol Club en
la final de la Copa de Inglaterra, en el mítico estadio de Wembley, y según las
casas de apuestas parecía que el todopoderoso equipo londinense iba a machacar
a los galeses. No había ninguna duda de que aquello iba a acabar en goleada por
lo que los jugadores del Cardiff decidieron un día antes acudir a un campo de
golf, el Royal Birkdale, a relajarse un poco y pasar un buen rato. Pero cuando
llevaban pocos hoyos jugados, apareció en el campo un gato de color negro, y
los aunque los jugadores del Cardiff, por miedo a darle un bolazo, le gritaban que se apartara, éste no se movía
de su sitio, ni para un lado ni para otro. Aquello les resultó de lo más raro así
que el delantero del equipo, Ferguson, creyendo ver en este hecho un signo de
buena suerte pensó en adoptarlo. Tras preguntar en el club sobre el dueño del
gato les respondieron que pertenecía a un cuidador de allí, así que se fueron a
él y le preguntaron si lo vendía. Éste le dijo que sí, pero no quiso aceptar
dinero alguno. Le valía con una entrada para ver la final. De esta manera el
gato, que se llamaba Trixie, paso a convertirse
en el talismán del humilde Cardiff City.
Aunque el
entrenador les puso algunos reparos, pues pensaba que era una locura ir a la
final con un gato, los jugadores lo metieron en una cesta y se lo llevaron al
estadio. Y allí ocurrió el milagro que echó por tierra todos los pronósticos e
hizo millonario a más de un apostador. En el minuto 74 el delantero Ferguson
metió un solitario gol, ante el asombro de todos, decidiendo la final a favor
de los galeses. Todos los periodistas empezaron a elogiar el buen juego del
Cardiff, pero pocos sabían que había sido un gato el que había estimulado a los
jugadores al creer estos que su aparición había sido más que una simple
coincidencia. Además este resultado tuvo como consecuencia que fuera la primera
vez que un equipo no inglés, sino galés, ganara la Copa de Inglaterra. Y todo
por culpa de un minino tozudo.
También la podeis leer en mi otro blog: También hicieron Historia