Como muy bien muestra
la película Gangs of New York (2002) la
ciudad que nunca duerme fue muy conflictiva durante el siglo XVIII y el XIX.
Esta violencia era provocada por distintas bandas rivales que tenían
atemorizados a los neoyorquinos y a cualquier persona de orden que andará por
sus calles, como por ejemplo por el mítico rincón de Five Points. Estas bandas
traficaban con alcohol, prostitutas, drogas, extorsionaban a los inmigrantes
que llegaban a la ciudad y continuamente estaban enzarzadas en disputas que muchas
veces acababan en grandes combates. Uno de estos fue conocido como los Disturbios de los Sombreros de Paja
(1922) y según parece fue provocado por una absurda ley que decía que a partir
del 15 de Septiembre no se podía llevar sombreros de paja por la calle y debían
cambiarse por los de fieltro. Si algún miembro de una banda veía a una persona
con uno de ellos puesto después de la fecha establecida tenía permiso no solo para quitárselo
sino que también podía golpearle para que no se olvidara de cumplir esta
costumbre. Pues bien, una de estas bandas quiso adelantarse a la fecha, y sin
previo aviso empezaron a quitárselos a manotazos a los trabajadores del puerto
de Manhattan. Claro está, éstos no se lo tomaron muy bien y en respuesta a ello
comenzaron a dar palizas a cualquier
banda que vieran por las calle a la vez que cortaron el puente de Manhattan. Pero
los pandilleros no se quedaron quietos y en respuesta empezaron a pegar a
cualquier persona que vieran con un sombrero de paja en la cabeza. Los
disturbios duraron casi ocho días, y terminaron cuando un gran número de
combatientes acabaron en el hospital.