Durante la
Segunda Guerra Mundial, la industria del cine en Hollywood no se mantuvo ajena
a lo que pasaba en el mundo. Desde famosos actores que se alistaban o acudían a
lugares remotos para animar a los soldados hasta directores que realizaban
películas con el fin de vender bonos de guerra, todo era válido para arrimar el
hombro y así conseguir la victoria final. Incluso muchas actrices no tuvieron
problemas en posar para una fotografía pin-up
y así alegrar y acompañar las noches de los cientos de miles de soldados que
había en el frente. Pero entre todas ellas hubo una que se convirtió no solo en
la reina del pin-up en aquellos años, sino que incluso su fotografía es uno de
los iconos más importantes del siglo XX. Se trata de la fotografía echa a la
actriz Betty Grable. En ella la podemos verla de espaldas, con la cabeza
ladeada mirando hacia atrás, con una sonrisa picarona, y unas piernas infinitas
que a más de un soldado casi le tuvieron que volver loco. Esta sencilla instantánea,
realizada por Frank Powolny en 1943 se hizo tan famosa que no solo iluminaba
los oscuros barracones del frente sino que además su silueta decoraba muchos de
los bombarderos que operaban en Europa o en el Pacífico. Tanta popularidad
alcanzaron sus piernas que la
aseguradora Lloyd’s las valoró en un millón de dólares. Y es por eso que a
Betty Grable se la conoció también con el sobrenombre de la mujer con las piernas del millón de dólares.