Cuida de los pequeños gastos; un pequeño
agujero hunde un barco. En este mundo, ninguna cosa es cierta salvo la muerte y
los impuestos. (Benjamín Franklin)
La economía está
a la orden del día. Diría incluso que está por encima de otras noticias que nos
inundan continuamente pues no solo esta práctica y disciplina es la que hace
que funcionemos a diario sino que también, afirmo, la economía y las grandes
empresas son las que hacen, e incluso muchas veces manden, en el devenir de un
país y de sus dirigentes. Sin economía por tanto no somos nada. Creemos que
ésta se circunscribe solamente al cambio de moneda por productos básicos, pero
por encima de ella existe una macroeconomía que es la que hace que el mundo
gire en torno a los mercados internacionales. Si sube, genial para nuestros
bolsillos, pero si entra en caída libre malo para nosotros pues nos infla el
precio de la vida. Por tanto, aunque pueda parecernos un campo árido, es bueno
que sepamos algo de ella, cómo funciona y cuál ha sido su historia a través de
los tiempos en distintas partes del planeta. Así pues, para ello, les invito a
que abran el trabajo de Santiago Armesilla, Breve
Historia de la Economía, y se adentren en un viaje de lo más interesante.
La primera
parada a la que nos lleva nuestro autor es a la misma prehistoria ya que desde
que el mundo es mundo el ser humano es esencialmente un ser que gira en torno a
la economía. Fueron las herramientas las que le hicieron como es y con las que
pudo modificar su entorno a través de la caza, ganadería y agricultura pudiendo
en poco tiempo comerciar con los bienes y sobrantes obtenidos. De ahí, tras la
unión del hombre en grupos y el nacimiento de los poblados y ciudades la
economía se centró en las primeras civilizaciones como son las pertenecientes
al Creciente Fértil (Sumeria, Mesopotamia, Egipto) y más allá en zonas como la
India y China o en América gracias a los pueblos mayas, aztecas o incas. Y
aunque cada una de ellas comerciaba diferentes productos hay que señalar que
tenían como punto común el llamado despotismo hidráulico girando en torno a los
grandes ríos y las pequeñas comunidades de regadío que hubiera en torno a
ellos. Después asistimos al auge que hubo en torno al comercio de esclavos
sobre todo en Grecia y Roma (ésta sobre todo) para, a continuación adentrarnos
en el comercio y la división económica social entre clases que había en la Edad
Media. Pero el comercio en este tiempo no se centra solo en las ciudades y sus
gentes sino también en las grandes rutas existentes que hacían posible que llegaran
los productos a los mercados como por ejemplo la famosa Ruta de la Seda.
La caída de
Bizancio, y la llamada Era de los Descubrimientos provocan que se amplifique
ese comercio, sobre todo por la necesidad de especias en occidente, y se
liberalice un tanto el sistema de comercio pudiendo por tanto entrar en la
también llamada Era del Mercantilismo pues los viajes que se realizan a través
del orbe conocido provocan que la economía sea global. Todos los imperios comercian
entre ellos, dándonos a conocer que este intercambio que se establece
actualmente no es un invento de hoy en día. El mercantilismo es un paso previo
al mundo capitalista en el que la Revolución Industrial fue su gran motor. Las
nuevas máquinas hacen que se maximice la producción y por tanto aumenten los
beneficios de una clase media burguesa que se quiete auto encumbrar. Pero lo
que promete ser un maná de abundancia choca con las gran brecha que se empieza
a producir entre los que obtienen los beneficios y los trabajadores que sufren
agotadoras jornadas de trabajo remunerándose, muchas veces, de manera injusta
las horas que dan al patrón. Es por ello que a partir de los postulados de Karl
Marx o Hengels se empiece a imponer una visión alternativa de la economía:
centralizada en el Estado proletario y más generosa con los trabajadores. La antagónica
lucha entre capitalismo y socialismo está servida. Finalmente el trabajo de
Santiago Armesilla termina con la denominada Segunda Globalización, nacida del
fin del socialismo, y que a mi modo de ver es más agresiva que la primera
surgida en la era del mercantilismo.
Breve Historia de la Economía, es un
ensayo bastante interesante sobre este campo y sus interrelaciones a través de
la Historia. Aprenderemos muchos temas interesantes, no solo su evolución, sino
que nos pararemos en los orígenes de la moneda, la propiedad privada, los
tributos, como estaba dividida económicamente la sociedad feudal, como eran los
distintos tipos de intercambios existentes en las culturas de la antigüedad y
en el mercantilismo, qué productos eran los más interesantes, las rutas de
comercio a lo largo de los siglos, los modos de producción… y así un buen
número de elementos que nos harán disfrutar del universo de la economía y como
ésta ha ayudado al desarrollo del ser humano en la Historia Universal.
Buena lectura.