En la zona
noreste de España, en concreto en la parte del Pirineo catalán y aragonés nos
podemos encontrar con la palabra borda,
que viene a significar “cabaña”, residencia o lugar de venta extra radios de
algún pueblo o ciudad importante. En un principio cuando se nos habla de una
cabaña tendemos a pensar en un espacio reducido donde se resguardan los
pastores de su faena diaria o cuando tienen que esconderse rápidamente al
pillarle una fuerte tormenta en medio del campo. Pero en la Edad Media también
era común que en muchas de estas cabañas alejadas del casco urbano residieran
prostitutas por lo que la gente que tenía planes de ir a alguna de estas cabañas
utilizara la expresión “ir de bordas”. En catalán borda pasó a decirse bordell
mientras que en castellano esta palabra se transformó en burdel o lo que es lo mismo lugar donde se practica la
prostitución. Por tanto una simple palabra que tenía un significado de lo más bucólico
pasó a convertirse en sinónimo de comercio carnal.