Precisamente hoy
se conmemora el 70 aniversario del mítico y espectacular Desembarco de
Normandía que permitió a las fuerzas aliadas penetrar cual lanza entre los
muros de la Fortaleza Europea acelerando de este modo la caída de los ejércitos
alemanes a la vez que del temido régimen nazi. Es bueno recordarlo pero no hay
que olvidar tampoco que este hecho no es tan novedoso como nos lo pinta la
historia angloamericana, pues casi veinte años se produjo igualmente otro acto
bélico el cual está calificado como el
primer desembarco aeronaval de la historia mundial. Se trata del olvidado
Desembarco de Alhucemas y en el intervinieron de manera sincronizada fuerzas
terrestres, navales y aéreas al mismo tiempo.
Este desembarco
se produjo el 8 de Septiembre de 1925 en el Norte de África y tenía como misión
acabar con la Guerra del Rif que tantos años llevaba produciéndose y que tantos
muertos había ocasionado. Para llevarlo a cabo se necesitó la colaboración,
sobre todo, del ejército y la armada española y un pequeño contingente aliado
francés. En total se trasladaron en barco y posteriormente en barcazas a tierra
un total de 13.000 soldados españoles provenientes de Ceuta y Melilla. Este
gran contingente estaba al mando del entonces Director Militar, el comandante Miguel Primo de Rivera, y debajo de
él como jefe de las fuerzas de desembarco en la Bahía de Alhucemas al general
José Sanjurjo. Como curiosidad decirles que en el mismo hecho también se
encontraba el joven coronel Francisco Franco (que tanto daría que hablar años
después) al mando de la Legión. De resultas de ello fue ascendido a general de
brigada. Y para que se vea la importancia de esta jornada, además se utilizaron
conjuntamente con las tropas 11 tanques
FT-17 y 6 tanques CA1; en el mar 3 acorazados, 6 cruceros, 1 portahidroaviones,
36 navíos menores y 58 transportes; y finalmente desde el cielo un total de 160
aviones que arroparon a los soldados en lo que fue el principio del fin de las
fuerzas rebeldes de Abd el-Krim y que acabó con la total pacificación de
aquella zona del Protectorado.
Unos cuantos
años después el general en jefe de las fuerzas aliadas, Dwight Eisenhower, para
que el Desembarco de Normandía fuera un éxito total no dudó en estudiar
profundamente aquel otro desembarco que tan bien fue coordinado y que tanto
éxito tuvo en su momento, pero que tristemente fue olvidado por la historia.