Sin
duda se trata de uno de los malos de cine más importantes que han aparecido en la
historia del celuloide. Lo hemos visto luchando contra el alegre Robin Hood, contra
su propio hermano Ricardo Corazón de León, e incluso alguna vez matando de
hambre a sus vasallos gracias a la ayuda del pérfido sheriff de Notthingam.
Pero la realidad era más bien distinta, pues Juan (1166 – 1216) no era ni tan mezquino
ni tan malvado como nos han hecho creer. Por ponerles un ejemplo, el apodo que
siempre aparece al lado de su nombre, “sin tierra” no era debido a que siempre
estuviera celoso de su regio hermano Ricardo sino que le fue impuesto porque no
se esperaba de él que heredase el reino de Inglaterra. Esto era debido a que
era el quinto hijo de Enrique II y Leonor de Aquitania. Por delante de él se
encontraban Guillermo, Enrique, Ricardo y Godofredo. Pero pasado un tiempo la
suerte de Juan empezó a cambiar ya que los dos primeros fallecieron
prematuramente, Godofredo encontraba la muerte en un torneo en París y a Ricardo
lo mató un disparo de flecha en Francia en 1199, y no como resultado de una
conspiración según afirma una leyenda negra. Así que de no tener nada se
convertía de la noche a la mañana en Rey de Inglaterra, Señor de Irlanda y
conde de Maine. Pero tampoco nos hemos de olvidar que a Juan no solo se le
llamó el “sin tierra”, sino también “espada suave” debido a que según nos
cuentan las crónicas medievales era una persona negada en el campo de batalla.
martes, 30 de junio de 2015
lunes, 29 de junio de 2015
MEJOR NO SE EMBARQUEN CON VIOLET JESSOP
En 1911 una
joven llamada Violet Jessop, de 23 años, fue contratada por la prestigiosa compañía
naviera White Start Line como camarera del transatlántico Olympic. Pero hay que decir que su experiencia laboral dentro del
buque no duró mucho ya que el 21 de Septiembre de ese mismo año el barco chocó cerca
de la isla Wight contra el HMS Hawke,
quedando irremediablemente inutilizado.
Como curiosidad indicar que el Olympic
ha sido el único transatlántico que ha tenido el honor de hundir un submarino durante
la Primera Guerra Mundial. Pues bien, si a muchas personas esta experiencia les
hubiera hecho tener dudas sobre la idea de volver a embarcarse, Violet no las tuvo pues
un año después, en 1912, volvía a ser contratada nuevamente por la misma compañía
pero como camarera de primera clase de uno de los barcos más míticos y lujosos
que han existido: el Titanic. Nuestra
protagonista estaba encantada con volver a poner los pies en cubierta y conocer
todas las maravillas que le habían contado sobre este barco. Pero al igual que
un año antes, la desgracia parecía envolver a Violet ya que en la madrugada del
14 al 15 de Abril el Titanic colisionaba
contra un iceberg en aguas del Atlántico Norte. Aun así, volvió a sobrevivir
pues en cuanto se dio cuenta de que el barco se iba a pique subió rápidamente a
un bote salvavidas. Llama la atención que antes de que el bote fuera descendido
un oficial le entregó un bebe para que también se salvara. Al igual que otros
fueron salvados tiempo después por el Carpathia,
pero cuando estaban a bordo una mujer, la cual decía que era su madre, le
arrebató aquel bebe y ni siquiera se digno darle las gracias por haberle
salvado de las gélidas aguas.
Bueno, ya llevábamos
dos naufragios. La empresa White Start Line ya debería tener más cuidado sobre
a quién contratan. Pero parece que en Diciembre de 1915 Violet Jessop se
presentó como voluntaria para ser enfermera en el barco Britannic. Y como es natural en estos casos, volvió a ocurrir una
desgracia, ya que el 21 de Noviembre de 1916 explotó la cocina. Viendo el barco
en peligro Violet se tiró al agua pero con tan mala suerte que al caer comenzó
a ser succionada por las hélices. Cuando un bote se acercó a ella para recogerla
fue golpeada en la cabeza sin querer
perdiendo en el acto el sentido. Parecía que iba a morir ahoga pero un
superviviente consiguió izarla al bote salvavidas.
Aunque tiempo después,
al final de la guerra, volvió a embarcarse de nuevo en el Olympic, parece que Violet estaba algo cansada de tantos viajes ( y
tantas tragedias), y en 1950, cuando tenía 63 años dejó el servicio dejando
como corriculum haber sido testigo de
tres grandes hundimientos. Se retiró a un pequeño pueblo inglés, Great
Ashfield, Suffolk, con la idea de olvidar todas las penas que había sufrido y
también con la intención de alejarse lo más posible de la mala suerte que la
acompañaba. Pero como podernos ver esta maldición no quería olvidarse de ella
pues según nos cuenta el escritor John Maxtone Graham en su libro Titanic Survivor:
Una noche, Violet estaba en casa y su teléfono
empezó a sonar en medio de una gran tormenta. Se levantó y cuando cogió el teléfono
una voz de mujer preguntó por ella. Cuando se identificó, la mujer le dijo: “¿Es
usted la misma Violet Jessop que salvó a un bebe en el Titanic?”. Ella contestó: “Sí, pero ¿quién llama en
medio de la noche?”. La mujer se rió y dijo: “Yo soy ese bebe” y colgó”
Ser una
superviviente del Titanic siempre le
marcó, y aunque quería vivir tranquilamente cuidando su terreno y vendiendo huevos a los vecinos, más de una
vez fue molestada por curiosos que se acercaban a ver a la persona que había
llevado su mala suerte a los barcos en los que había trabajado. Violet Jessop
murió en 1971 víctima de una insuficiencia cardiaca.
viernes, 26 de junio de 2015
COMO PERDER UNA BATALLA MIENTRAS SE DUERME
Después de la
Batalla del Álamo (6 de Marzo de 1836) el ejército mexicano, al mando del
general Antonio López de Santa Anna, se sentía imparable, casi invencible, pues
no había enemigo que le pudiera plantar cara. Tan confiado estaba el general
que, a pesar de los consejos de sus subalternos, decidió entrar en Texas con la
misión de destruir al ejército texano, comandado por Sam Houston, y que desde
la tragedia de El Álamo estaba en franca huida. De esta manera el 19 de Abril
de ese mismo año las primeras avanzadillas mexicanas llegaron a las cercanías del
río San Jacinto.
Pasados dos días
el general Santa Anna, confiando en que los texanos eran pocos y que no podían
causarle ningún daño, mandó a sus tropas que
descansaran todo el día, que se refrescaran en el río que tenían a sus
espaldas, y que cuando llegara el mediodía echaran una siestecita. Cosa que él
mismo hizo bajo un árbol cercano al campamento militar. E incluso ordenó que no
se pusieran centinelas en los alrededores para que no le despertaran al emitir
el santo y seña. Pero lo que no sabía el general mexicano es que el ejército de
Sam Houston y James C. Neill habían recibido refuerzos y estaban agazapados precisamente
al otro lado de un bosquecillo que había enfrente de las tropas mexicanas.
Cuando sus propias espías les comunicaron el lamentable estado de las fuerzas
enemigas no dudaron un solo minuto y ordenaron a sus soldados que atacaran sin
más dilación. En verdad era una oportunidad única en la vida.
Lo primero que
hicieron las tropas texanas fue derribar el puente que había sobre el rio
Jacinto con el objetivo de cortar la retirada de los mexicanos, y acto seguido,
con gran griterío, cargaron contra las primeras líneas enemigas. Fue todo un éxito
pues debido a este ataque relámpago pillaron desprevenidos y somnolientos a los
mexicanos los cuales no sabían por donde les venían los disparos. Incluso
algunos texanos se sorprendieron al encontrar a algunos soldados todavía durmiendo
a pierna suelta dentro de las tiendas. Aunque parezca increíble la batalla solo
duró ¡18 minutos! La derrota mexicana
fue aplastante, ya que en total murieron 630 soldados, 208 sufrieron heridas
mortales, y 730 fueron capturados cuando quisieron huir precipitadamente
saltando el rio, mientras que los texanos solamente tuvieron 9 muertos. Pero ¿y
qué pasó con el general Santa Anna? Pues sencillamente que no se enteró de la
batalla. Cuando despertó se encontró rodeados de soldados enemigos que le
apuntaban con sus bayonetas que creían haber capturado a un oficial importante.
Aun así, cuando los mexicanos capturados estaban siendo concentrados, uno de los
prisioneros le reconoció llamándole ¡señor
Presidente! Fue en ese preciso momento cuando se descubrió el pastel. ¡El
general y presidente de México había sido atrapado mientras echaba una siesta!
Esta victoria
tuvo como consecuencia la independencia de Texas a través del Tratado de
Velasco, firmado el 21 de Mayo de 1836, posteriormente corroborado por el otro
tratado conocido como el de Guadalupe Hidalgo (1848). Es resumidas cuentas,
unos cuantos ronquidos son el origen del actual estado americano de Texas.
viernes, 12 de junio de 2015
LA TRAGEDIA DE FIDENAS
¿Sabías que las
grandes tragedias en estadios cerrados durante eventos deportivos no solo se
han producido en la actualidad? También durante el imperio romano se produjo
uno de los mayores desastres que ha
conocido la Historia. Aunque en este caso la culpa no la tuvieron aficiones
enfrentadas a muerte sino la avaricia de un especulador desaprensivo. Hemos de
retroceder al 27 d. C cuando se levantó una prohibición que había ordenado el emperador
Tiberio con respecto a los espectáculos de gladiadores. Un empresario llamado
Atilio, viendo que los espectadores volvían a llenar hasta los topes la arena
de los anfiteatros pensó que debía construir un anfiteatro de madera en Fidenas y vender e
igualmente revender cientos de entradas a un precio irrisorio con el único fin
de llenar sus bolsillos. De resultas de este movimiento especulativo llegó a
meter en el mismo recinto, totalmente apiñados, a un total de 50.000 personas.
Pero cuando los gladiadores llevaban un rato atacándose mutuamente la
estructura de este improvisado anfiteatro acabó cediendo, provocando que más de
20.000 romanos murieran aplastados. ¡Una barbaridad! De resultas de ello las
autoridades tomaron las siguientes soluciones: a partir de entonces todos los
anfiteatros serían construidos en piedra para evitar que se desmoronasen, e
igualmente se prohibieron los espectáculos que fueran organizados por personas
que tuvieran unas rentas inferiores a 400.000 sestercios.
miércoles, 10 de junio de 2015
MISTERIOSO ASESINATO EN CASA DE CERVANTES Juan Eslava Galán
La libertad, Sancho, es uno de los más
preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden
igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así
como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.
Parece que
Miguel de Cervantes Saavedra (Alcalá de Henares, 1547 – Madrid, 1616), a raíz
de la búsqueda de sus restos en el Convento de las Trinitarias en Madrid,
vuelve a estar de moda. Lo normal es que solamente nos acordáramos de él en el
Día del Libro (23 de Abril) o en los centros escolares cuando el profesor de
turno procede a dar una clase de literatura acerca del Siglo de Oro. Pero de la
noche a la mañana lo volvemos a ver en las primeras planas de los periódicos,
programas de televisión, o revistas
especializadas. ¡Incluso como trending
topic en las verdes praderas de internet! Hecho éste que me place en
extremo, pues confirma que nuestro escritor más universal sigue siendo parte
esencial de nuestro acervo cultural. Aunque como una sombra que nunca se ha ido
de nuestro lado. En verdad, don Miguel, es el mayor ejemplo de la persona que
todo el mundo conoce pero de la que nadie sabe nada cierto. Y esto es una marca
hispana por excelencia, ya que mientras en otros países se sabe con pelos y
señales toda la vida de sus escritores preferidos, no existiendo huecos que la
razón haya iluminado, en cambio, en España, la figura de Cervantes siempre ha
estado envuelta en un halo de misterio difícil de comprender. Como diría Andrés
Trapiello: La vida de Cervantes tal vez
sea el mayor enigma de nuestra historia literaria. Y si no obsérvense unos
datos. Todavía los literatos y expertos en la materia, cervantistas de pro,
andan a palos sobre el lugar de nacimiento del escritor; sus desapariciones
existenciales en distintos momentos, como si su persona fuera el Guadiana, que se
esfuma; e incluso en la muerte se han tardado siglos, parece ser, en encontrar
sus mínimos restos. Dudas y enigmas que en todo momento y lugar envuelven a
Miguel de Cervantes Saavedra y que, seguramente, se deban a que su fama es tan
grande y extensa, como el astro rey, que no permite abarcarlo del todo. (Continua)...
lunes, 8 de junio de 2015
EL ORIGEN DEL CONSOMÉ
Desgraciadamente
las guerras, ese mal que persigue a la humanidad desde su nacimiento, suelen
generar muerte y destrucción por doquier. De ellas no se recogen más que
lágrimas y soledades, pero hay veces que durante los conflictos bélicos suelen generarse
cosas positivas. Ya les hablé una vez del origen de la mahonesa, o mayonesa,
depende de cómo lo pronuncien, y hoy les quiero hablar de otra receta
gastronómica nacida entre el olor a pólvora y el ruido metálico de sables desenvainados.
Se trata del consomé. Para conocer su historia hemos de retroceder a los albores
de la Guerra de Independencia Española (1808 – 1814). Cuando las tropas del
general Junot se preparaban para invadir Portugal, sus soldados penetraron en
el Monasterio de Alcántara (Cáceres) y lo desvalijaron. Los libros que había en
la biblioteca del monasterio los utilizaron para hacer cartuchos de fusiles,
pero uno de aquellos soldados encontró por casualidad un recetario de cocina,
el cual traía distintas recetas de aquella comarca extremeña, destacando sobre
todas ellas un caldo llamado consumado.
El susodicho milite se lo entregó a su general, y éste al comprobar la
importancia de este descubrimiento, se lo envió a su esposa Laura quien rápidamente
lo difundió por todo París. Los chefs de la ciudad pronto se dieron cuenta que
aquel consumado se parecía bastante a una antigua receta francesa llamada consommé, la cual consistía en un fuerte
caldo de carne. Así pues aquellos cocineros hicieron suya esta receta bautizándola
oficialmente consommé, y pasando a
conocerse en España como consomé.