Cuando estaba a
punto de acabar el siglo XIX, en 1898, la empresa farmacéutica Bayer decidió lanzar
al mercado un producto revolucionario llamado Heroína (sí, han leído bien), que junto a su otro producto estrella,
la aspirina, no solo evitaba el dolor de cabeza sino que también borraba de un
plumazo las enfermedades pulmonares. A este tipo de droga se la bautizó con
este nombre debido a las sensaciones que producía en las personas que la habían
probado en sus laboratorios. Es decir, sentían tanta estimulación que decían
convertirse en héroes. Pronto la empresa Bayer comenzó a anunciar que no solo
aliviaba las dolencias de las personas mayores sino que también era ideal para
contrarrestar la tos infantil. ¡Imagínense a una madre de principios del siglo
XX dándole heroína a su hijo!
Los “efectos
milagrosos” de la heroína llegaron pronto a España y en 1912 comienzan aparecer
carteles en los periódicos en los que se anuncia el famoso jarabe de heroína que
evita la tos infantil. En estos anuncios siempre suelen aparecer escenificadas la
bondades de la heroína en distintos momentos de la vida cotidiana, como por
ejemplo cuando una madre prepara la merienda de su hijo acompañado de una
jugosa ración de heroína, o cuando éste tiene que tomarla porque esta malito. Y
siempre acompañado de eslóganes pegadizos como:
“En la estación lluviosa: Jarabe Bayer de
Heroína”,
“En la tos fuerte; Jarabe Bayer de Heroína”
“La tos desaparece; con Jarabe Bayer de Heroína”.
Todo parecía ir
viento en popa para la empresa Bayer que incluso llegó a vender su producto
como un sustituto ideal de la morfina. Es por ello que en 1900 una organización
en Estados Unidos llegase a enviar muestras gratuitas de heroína a las personas
que estaban enganchadas a la morfina.
Pero todo se fue
al traste en 1913 cuando un estudio científico demostró que la heroína no solo
era más adictiva que la morfina sino que incluso era el propio hígado quien
transformaba la heroína en morfina, haciendo de este nuevo producto una droga
mucho más potente. Así pues ese año
Bayer dejó de fabricar Heroína quedándose solamente con la aspirina.