El escritor Pio
Baroja (1872 – 1956) ha pasado a la Historia de las Literatura Española por ser
no solo uno de los máximos exponente de la llamada Generación del 98, sino
también por ser una persona muy huraña y poco social. Era extraño verle en
cualquier reunión o tertulia, y de la misma manera era norma general que
rechazara cualquier invitación para ir a un evento o presentación de un libro.
Así que muchos se asombraron un día al verlo en una tertulia literaria que
organizaba Valle-Inclán en el Nuevo Café de Levante, y más increíble que en
medio de la charla levantara el brazo para pedir el turno de palabra. Cuando
estaba en pie, después de aclararse la garganta, dijo a los concurrentes una de
las mejores definiciones que existen sobre los españoles:
“En España existen siete clases
de españoles, al igual que los siete pecados capitales. A saber:
-Los que no saben
-Los que no quieren saber
-los que odian el saber
-Los que sufren por no saber
-Los que aparentan que saben
-Los que triunfan sin saber
-Y los que viven gracias a que
los demás no saben. Es decir los políticos y algunos intelectuales”.
Tras decir esta
verdad, grande como un templo, y ante la admiración y sorpresa de todos, se
sentó y no volvió abrir la boca en toda la tarde.