No hace mucho
hablando con una persona sobre la gente egoísta que realiza negocios a costa
del dinero de los demás, me soltó de improviso una frase que no había oído en
mi vida y que me llamó mucho la atención: “Disparar con pólvora del rey”. En
verdad quedé bastante intrigado y cuando lo busqué en un diccionario de
expresiones descubrí que provenía de las numerosas frases populares que nos hablan
de los tercios españoles. En aquellos años la paga de los soldados se realizaba
según el puesto y las necesidades que tuvieran a la hora de batallar. Es decir
no cobraba lo mismo un jinete que tuviera que comprar y mantener los arreos de
su montura que un piquero o un arcabucero. Además estos últimos debían tener
cuidado con la pólvora que utilizaban pues se la tenían que costear ellos
mismos. Por lo tanto cualquier arcabucero sabía que debía ser certero al
efectuar un disparo ya que cuanta más pólvora
gastara menos dinero tendría para otras cosas. Pero había ocasiones en que
estos tiradores de élite no debían preocuparse por despilfarrar la pólvora. Se
daba la circunstancia de que el rey tenía necesidad tomar tal o cual posición estratégica, o
sitiar una ciudad importante, y entonces a los arcabuceros se les permitía coger toda la pólvora
que quisieran del propio polvorín del monarca, con lo que éstos se tomaban la
licencia de disparar todo lo que quisieran sin preocuparse por su dinero. De
ahí la expresión: “Disparar con pólvora del rey”.