A principios de
año, entre Enero y Febrero, las familias estadounidenses con hijos menores de
trece años pueden realizar una inscripción previa con el fin de ser invitados a
la famosa White House Easter Egg Roll,
o lo que es lo mismo la carrera (o rodada)
de huevos de Pascua que se realiza en los jardines de la Casa Blanca. Los
agraciados tienen que estar a las siete de la mañana ante las puertas de la
casa presidencial pues a partir de esa hora, junto con el presidente y la
primera dama de turno, los más pequeños pueden pasar un día inolvidable
participando en un buen número de juegos, concursos y actividades. Aunque el
plato estrella es, sin duda alguna, la famosa carrera de huevos de Pascua en la
que los niños, armados con una cuchara de madera, han de empujar dichos huevos
por unas calles pequeñas limitadas por cintas de colores. El origen de esta
festividad tan particular hay que buscarla un lunes de 1878 cuando el
presidente Rutherford B. Hayes abrió los jardines a los niños para que buscaran
los huevos de colores que el conejito de Pascua había escondido entre los
matorrales de la Casa Blanca. Siempre se ha realizado los Lunes de Pascua por
ser tan una fecha importante en el mundo anglosajón pero hubo ocasiones en que
no se pudo realizar como por ejemplo durante las dos guerras mundiales o entre
1946 y 1952 por problemas internos del país. Aun así el travieso conejo de
Pascua volvió a llevar sus regalos en 1953 siendo presidente Dwight D. Eisenhower.