domingo, 25 de agosto de 2013

LA MISERICORDIA DEL TEATRO



En el Siglo de Oro, por desgracia, no existía la Seguridad Social, así que los enfermos que había en los Hospitales o Cofradías Piadosas, como la de la Pasión (1565) o la de la Soledad (1567), debían sufragar sus curas de forma privada o a través de ayudas de la beneficencia pública. Un método que encontraron estos lugares para conseguir fondos fue construir en las zonas centrales de una manzana o patios interiores teatros o corrales de comedias, como por ejemplo en la calle de la Cruz (1579) o en la del Príncipe (1583, actual Teatro Español).

Así pues, el futuro de los Hospitales pasó a depender económicamente de los ingresos y éxitos de las compañías teatrales. Eran los propios actores quienes cobraban la entrada a la puerta del teatro y también quienes apartaban una parte para la beneficencia. A los que asistían de pie a la obra en el patio no les cobraban suplemento, pero quienes deseaban asientos en los tablados laterales, corredores o aposentos privados se les cobraba una cantidad adicional para sostener “el alma” de los enfermos. A partir de 1615 cuando estos corrales fueron creciendo en importancia ya fueron administrados por arrendadores.