En 1900 los hermanos Michelin,
Andre y Edouard trabajaban para una prospera empresa de neumáticos, y fue
entonces cuando pensaron escribir una guía de viajes por carretera para los
primeros miles de conductores que había desperdigado por toda Francia. Al
principio se regalaba en gasolineras y talleres mecánicos y en ella se ofrecía
una información pormenorizada de dónde estaban las gasolineras, los talleres
más cercanos e incluso los médicos de guardia por su algún conductor se ponía
enfermo durante su travesía.
En 1929, aquella guía gratuita
empezó a ser más grande y a tener información más allá de los talleres
mecánicos. Comenzó a informar de donde se podía dormir y recomendaba además los
mejores restaurantes para disfrutar de una buena comida. Hay que recordar que
anteriormente, en 1926 los hermanos Michelin habían pensado clasificar a estos
restaurantes mediante estrellas. Y fue finalmente en 1931 cuando se empezó a
premiarlos mediante una, dos y hasta tres estrellas para los mejores. Para
evaluarlos pensaron en enviar una flota de inspectores de incógnito para que
tras la comida valoraran positiva o negativamente como era el establecimiento.
Y así, hasta hoy.
Por cierto, como curiosidad
indicarles que la mascota de la empresa Michelin se llama Bibendum. Apareció por primera vez en carteles en 1898 y fue idea
no solo de aquellos hermanos sino también de uno de los artistas más famosos de
su tiempo conocido como O’ Galop.