En 1517, a la vez que Lutero daba inicio a la Reforma protestante, nació en Valladolid Cipriano Salcedo. Tras una infancia nada fácil, se hizo cargo del negocio familiar de la lana y se convirtió en un rico comerciante. Sus conversaciones teológicas y morales con diversos nobles e intelectuales de la ciudad le llevaron a interesarse por las corrientes protestantes que penetraban en España de forma clandestina, de manera que empezó a participar en las reuniones secretas de casa del Doctor Cazalla. Pero a medida que avanza el Concilio de Trento, la situación de los focos luteranos españoles se hace insostenible. Cipriano y el resto de los luteranos castellanos son perseguidos por la Inquisición y finalmente condenados a la hoguera por herejes.
Texto: Planeta