viernes, 29 de junio de 2012

EL HOMBRE QUE PUDO REINAR, de Rudyard Kipling


«-Pregunta sin son dioses.
-Dile que dioses no, somos ingleses que para el caso es lo mismo

Conocí a Peachy Carnehan y a Daniel Dravot cuando era pequeño. Vi sus rubicundas y pícaras figuras por primera vez en la pantalla pequeña y desde entonces quedé maravillado de sus increíbles e inverosímiles hazañas. Siempre he sentido admiración por esta pequeña novela corta que desprende aventuras a raudales, grandes emociones y enervantes diálogos. Esta magia que desprende ha sabido hechizar a generaciones de lectores yendo incluso más allá del ámbito literario para recalar en medios más grandes como el mismo cine, en donde vimos a todo color, gracias a John Huston en su película homónima de 1975, cómo ambos hermanos de hermandad se juraban amistad eterna, y que por el hijo de la viuda llegarían a ser grandes reyes… Reyes de Kafiristan.

Pero ¿cuál es esa mítica tierra que añoran estos dos canallas?, ¿qué es Kafiristan? No es un lugar de leyenda, aunque haya pasado con justicia como tal al imaginario literario. Es una tierra situada actualmente en el espacio fronterizo entre Afganistán y Pakistán y que a lo largo del siglo XIX los ingleses denominaron de esta manera a los territorios que quedaban al noroeste del Imperio Británico de la India más allá del mítico Paso de Jaiber. Si se cogiera un helicóptero y lo recorriéramos de punta a punta observaríamos que es un lugar algo pedregoso, con ciertas zonas fluviales  y con una gran cantidad de picos altos y nevados, difíciles de transitar, pertenecientes al impracticable Hindú Kush. Kafiristán significa «el país de los que no tienen fe», en alusión al hecho de que sus habitantes no practicaban la religión musulmana. Curiosamente a este país tan «ateo» es donde van a buscar y labrar su destino con fe nuestros dos héroes. Los habitantes de tan duro lugar son los kalash, antiguos kafiris, siendo estos rubios y de piel clara y que aseguran descender de los soldados de Alejandro Magno, pues en la antigüedad, el rey de Macedonia dejó su huella allí fundando la mítica ciudad de Iskander donde se hace culto a un dios solar denominado Iskander Kebir o Iskander Bozorg y donde también se asegura que hay un magnífico tesoro dejado allí por las tropas macedónicas y que será recogido por Alejandro o su hijo cuando vuelva con ellos.

Esta fabulosa leyenda no podía pasar desapercibida por los hermanos masones Peachy y Dravot, y es aquí donde comienza el relato de sus aventuras. Presupongo que las personas que en estos momentos estén leyendo esta humilde reseña habrán leído alguna vez o visionado en cierta ocasión El hombre que pudo reinar, de Rudyard Kipling. Pero por si acaso, y si existe algún despistado les haré un resumen sucinto de tan maravillo libro: La India es un país maravilloso, con una enorme variedad geográfica, poblacional y religiosa fuera de lo común. Se puede andar por parajes solitarios, calurosos y ardientes y en un rato poner el pie en una tierra helada y yerma. Grandes selvas y enigmáticas selvas cruzan el país junto a extensísimos páramos sin presencia humana por ningún lado. Cada región es un mundo por explorar, cada persona un enigma por resolver y cada religión un secreto insondable. Pues en aquel país, en el colonial siglo XIX dos ingleses hartos de la milicia deciden hacer fortuna recorriendo los cuatro puntos cardinales viviendo del pillaje y la extorsión a viciosos rajás haciéndose pasar en muchos casos como corresponsales del Northern Star. Un día afortunado conocen a un verdadero corresponsal del periódico (trasunto del mismísimo Kipling), hermano masón como ellos, y le explican sus verdaderos motivos: ir hasta el Kafiristan y derrotar a todas las tribus del lugar para llegar a ser reyes por derecho… y claro está, conseguir todos los tesoros posibles para provecho privado. Allí conocen un montón de costumbres y acometen un sinfín de hazañas que serán recordadas por toda la eternidad, llegando incluso a ver la fabulosa ciudad de Iskander, meta de su odisea. ¿Pero acaba aquí la historia?, tal vez sí, tal vez no, pues para saberlo tendrán que acompañar a nuestros dos amigos en su periplo. No se arrepentirán.


Como se podrá ver, un argumento irresistible de leer. Rudyard Kipling tuvo un referente claro al escribir esta novela corta, las aventuras del norteamericano, cuáquero y masón Josiah Harlan, que a mediados del siglo XIX se adentro en Afganistán con el propósito de fundar su propio imperio, alcanzando el título de Príncipe de Ghor, recóndito territorio situado en las cumbres del Hindú Kush. No es una novelita de aventuras sin más, sino todo un canto a la vida misma y a la aventura por la aventura. Hay que recordar que el siglo XIX es un mundo en continua expansión. No nos encontramos con los viajes filantrópicos del siglo XVIII donde destacan los nombres de Humboldt o Malaspina. Los exploradores de este nuevo siglo son distintos, no son simples científicos que solamente se dedican a la clasificación de la naturaleza, sino que intervienen valerosamente y se inmiscuyen continuamente en aventuras y peligros sin fin. Destacan hombres como Richard Francis Burton, Arminius Vambery, William Jardine, Charles Masson o Sir James Brooke. Hombres que fueron grandes exploradores, espías al servicio de la corona o tunantes de la mayor ralea. Pero siempre con la idea fija de labrarse su propio destino contra la condición que les ha tocado vivir. Es en este punto donde entran nuestros queridos Peachy y Dravot. Ellos no quieren ser solamente hombres, quieren inscribir a fuego y hierro su propia línea en su vida, llegando incluso a ser reyes, o incluso más ¡dioses de Kafiristan! Es una idea muy romántica la de esta gente, pero que no siempre culminó en éxito. Puede parecer que las peripecias de estos dos granujas son fútiles y sin sentido, que es absurdo que dos personas solo con su voluntad quieran despegar un poco el vuelo de su condición, pero Kipling inteligentemente deja caer durante toda esta historia el mensaje de que es un canto a ciertos perdedores pero que las vivencias que han sufrido durante toda su aventura no la cambian por nada del mundo. Son héroes hechos de una pasta, de una aleación inquebrantable, que a más de uno de nosotros nos gustaría estar en su pellejo.

El lector conocerá a través del relato de Kipling un montón de costumbres de la India y de las zonas del norte del país. Podrá adentrarse por las populosas y abarrotadas calles, sentir el aroma del curry en las deliciosas comidas, y observar el mundo hindú como nunca lo había conocido. Aunque, esto se lo tengo que advertir, y como es normal en numerosas novelas de Kipling, la visión que se tiene de los nativos del país siempre es desde el punto de vista occidental, tan paternalista con las costumbres orientales. Muchas veces se ha acusado de racismo a Rudyard Kipling por cómo presenta a los hindúes. Craso error, porque hacer valoraciones a posteriori, actuales, sobre el mundo colonial es bastante subjetivo. El autor, para más inri ¡nacido y criado en la mismísima joya de la corona británica! tuvo cierto paternalismo con el país colonizado pero nunca menosprecio por sus ocupantes. En otro orden de cosas, también les diré que aparte de ser una novela de aventuras coloniales es una excelente novela sensorial porque gracias a ella podemos adentrarnos como nunca en el fascinante mundo de la India, Pakistán y el guerrero Afganistán.

Uno de los elementos que llaman mucho la atención en este relato es la mención a las religiones y la masonería. Dravot y Peachy y el trasunto de Kipling, reportero del Northern Star son masones. Sus páginas están llenas de referencias a costumbres, ritos y simbología masónica. Se saludan con frases ceremoniales y se despiden con oraciones pactadas de antemano: «Nos conocimos por la hermandad, y nos separamos por la hermandad», «El Hijo de la Viuda», o el reloj que lleva la inscripción de una escuadra y un compás. Puede parecer algo misterioso, pero no lo es. El autor era masón. Fue iniciado en Masonería a los veinte años en la Logia «Esperanza y Perseverancia Nº 782» de Lahore, Punjab, India. Dedicó su vida y sus escritos a profundizar en la condición de Hombre, y su devenir existencial. El que haya incluido a dos personajes de su logia no es baladí. En toda la obra existe un sentido de la hermandad y la unión de las personas increíbles. No se separan el uno del otro atados como están por su condición y pacto previo anterior a la aventura. Es un mensaje de cómo la humanidad unida puede prosperar y romper cualquier cadena. Más allá de la hermandad todo es perdición y desorden. Estos elementos citados configuran un relato en el que se entremezcla la emoción con lo místico y lo humano haciéndolo imperecedero en el tiempo.


Ya solo me queda animarles a leer este libro, pequeño en extensión pero inmenso en sabiduría y conocimiento. Por sus páginas podrán conocer las increíbles hazañas de estos dos pícaros suboficiales del ejército británico que sueñan con ir más lejos que su propio destino y ser coronados reyes de una tierra mítica. Desde que se publicó en 1888 en una selección de relatos en El Rickshaw Fantasma y otros cuentos misteriosos, las andanzas de Peachy Talafierro Carnehan y Daniel Dravot han fascinado a legiones de lectores, ¿se perderán la oportunidad de cabalgar junto a ellos en aquel mundo colonial de 1880? Yo no me lo perdería, pues si consiguen ir con ellos, escalar el helado Hindú Kush y sentarse en el trono de Iskander flanqueado por ellos, les aseguro que llegarán  no a ser rey sino que su testa será coronada con la gloria de Kafiristan.
Buena lectura… y que el ojo que todo lo ve sea su guía.

miércoles, 27 de junio de 2012

PEQUEÑA HISTORIA DE ESPAÑA, de Manuel Fernández Álvarez



Una original iniciativa que actualiza un tema cada vez más ajeno para los niños españoles: la historia de su país. El libro ofrece un recorrido por la historia de España, desde la Prehistoria a nuestros días, presentada y narrada como si fuera un cuento o un relato de aventuras. El autor de los textos es D. Manuel Fernández Álvarez, que aporta no sólo su aval como historiador de reconocido prestigio, sino también sus dotes de narrador y, muy importante, su convencimiento personal de que es necesario «desproblematizar» la historia de España para las nuevas generaciones. La ilustración de la obra corre a cargo de Jvlivs (Mi primer Quijote), que con su inconfundible estilo gráfico le aporta un contrapunto sorprendente, divertido y lleno de chispa.

martes, 26 de junio de 2012

ISABEL II, de Isabel Burdiel



La llegada al trono de Isabel II, cuando aún era una niña, suscitó una guerra civil y abrió el camino para la ruptura liberal con el absolutismo. Reinó bajo la larga sombra de una madre poderosa que la despreciaba, de un marido que la odiaba y de unos partidos liberales que, incapaces de entenderse entre ellos, trataron de manipularla en beneficio propio. Su concepción del poder monárquico, netamente patrimonial, fue de la mano de la inadecuación de su comportamiento personal a los valores de la sociedad burguesa. Sin embargo, la extraordinaria capacidad de desestabilización política y moral de la reina no fue la causa última de la falta de consenso del liberalismo isabelino sino su mejor exponente.
Las relaciones entre la monarquía y el liberalismo decimonónico eran difíciles tanto en España como en la Europa posrevolucionaria. Este libro analiza, como nunca antes se ha hecho, la forma específica que adoptó esa tensión durante el reinado de Isabel II, un periodo fundamental de cuyos logros y limitaciones dependió, en muy buena medida, la posición de la monarquía en el régimen liberal hasta la II República.
La biografía de Isabel II permite una amplia reflexión sobre el papel de la Corona e introduce nuevos elementos para el debate político actual sobre ésta, en España y en Europa.

Premio Nacional de Historia 2011



(Texto: Editorial Taurus)

lunes, 25 de junio de 2012

LAS CRÓNICAS MESTIZAS, de José María Merino




Las crónicas mestizas reúnen, revisada por su autor, la trilogía (ya aparecida anteriormente en esta editorial bajos los títulos El oro de los sueños, La tierra del tiempo perdido y Las lágrimas del sol) de las aventuras verdaderas de Miguel Villacé Yólotl, hijo de uno de los compañeros de Hernán Cortés y de una india mexicana. Estamos en la mitad del siglo XVI, en momentos y paisajes singularmente dramáticos de la Conquista, en algunos de cuyos avatares participa Miguel, enrolado en las quimeras y miserias de aquella empresa desmesurada. Desde la conciencia de su condición mestiza, nuestro protagonista irá haciendo su aprendizaje de la vida, conquistando su propia lucidez, entre los riesgos y las emociones de los viajes y las batallas, de los encuentros insólitos y los descubrimientos fabulosos. En la tradición de las grandes novelas de aventuras, y como un homenaje expreso a nuestros cronistas de Indias, José María Merino logra un intenso y hermoso relato urdido con la maestría de los mejores cultivadores del género.


Orden de la trilogía mestiza:

1. El oro de los sueños


2. La tierra del tiempo perdido


3. Las lágrimas del sol

lunes, 18 de junio de 2012

LA INVASIÓN DE LAS SUECAS, de Gabriel Cardona y Juan Carlos Losada


Spain is diferent

Reconozco que mis gustos cinematográficos son un poco raros. Que no gustan a mucha gente y que en algunos momentos pueden parecer casposos y antiguos. Pero es que algunas veces esas películas tan “carcas” y pasadas de modas, debajo de esa patina de chabacanería esconden un tema que en el momento fue candente y trascendente para la sociedad. Ahora me viene perfectamente a la memoria una para el libro que quiero ilustrarles. La película en cuestión se llama Manolo La Nuit, con un soberbio Alfredo Landa haciendo de Latín Lover, peludo y pegajoso como solo él ha sabido interpretarlo. Al comienzo del filme aparece, pecho palomo por delante, caminando en una candente playa rodeado de igualmente candentes rubias rifándoselo para futuras juergas estivales. El asunto puede parecer de risa pero refleja uno de los hechos más trascendentales que se han dado en nuestra historia contemporánea: el paso de una sociedad autárquica de postguerra a una sociedad más abierta gracias a la entrada del turismo y las cientos de divisas que éstas han dejado a lo largo de estos años al país del sol, la paella y los toros, olé. Por ello, el libro del que les quiero hablar en esta humilde reseña me viene como anillo al dedo, pues detrás de tan gracioso título se entrevé una lectura apasionante.

La obra, prosigo, que les digo es La invasión de las suecas, escrita a la limón por Gabriel Cardona y Juan Carlos Losada y narra como un país sumergido en la más pura miseria tanto económica como política debido a las consecuencias de la anterior guerra fraticida estaba a punto de caramelo del colapso y la ruina, abocado al desastre en todos los frentes, hasta que unas melenas rubias, unas piernas esculturales y pechos poderosos y unas personas ávidas de curiosidad salvaron a Franco y su régimen en el momento más delicado del país. Les hablo de los turistas y como estos hicieron más por levantar el país que cientos de generales y soldados altivos en pleno frente de batalla. Los autores centran el libro entre dos años cruciales para nuestra historia 1957 y 1962. El mundo empieza a resquebrajarse en dos bloques enemistados detrás de un pesado telón y Occidente necesita tener un portaviones en plena Europa, que les sirva como punta de lanza para un posible ataque hacia el Este y escudo ante una no probable retirada. Franco, si antes había sido un resto del fascismo en decadencia, por arte de birle birloque se convierte en un centinela frente al comunismo en alza, transformándolo aquí en un elemento más de casa: centinela del cristianismo frente a las hordas bolcheviques. Pero mientras fuera de nuestras fronteras el panorama parece que quiere escampar, dentro es todo lo contrario: las divisas están a cero, la economía es un desastre, y los ministerios ocupados todavía por manos falangistas son una calamidad dentro del sueño autárquico. La bancarrota es inminente. Solo un milagro puede salvar a la sacrosanta patria. Y he aquí que éste llega bajo el nombre de un secretario de Carrero Blanco: Laureano López-Rodó. Gracias a sus consejos (y los del Opus Dei, no nos olvidemos) aquellos ministerios empiezan a ser tomados por especialistas en los campos de que tratan, barriendo de sus escaños a los estupefactos camisas viejas que no comprenden que la veleta ya ha cambiado de vientos. Se crea un nuevo ministerio, que será la perla de todos ellos y que traerá no solo millones de pesetas a nuestra patria sino también miles de extranjeros que podrán disfrutar de nuestro sol y nuestra alegría. Es el Ministerio de Información y Turismo (1951) dirigido en un principio por Arias Salgado, que le dará nuevo lustre al lema Spain is beautiful.



Éste es el escenario general que nos presenta este libro. España empieza a abandonar el arado por el ladrillo, y ya no mira a las alturas buscando la salvación del cielo eterno, sino que alza sus ojos para ver las enormes torres que se hincan frente a las playas de nuestro mar. Como si el dique se hubiera roto, y las conciencias hubieran cambiado (a golpe de billetes, claro) miles de turistas empiezan a abarrotar nuestras costas y nuestras ciudades más señeras. Los dos autores a base de pequeños capítulos nos presentan por un lado como iba cambiando la Península al paso de los bikinis y la modernidad, tanto en su faceta social como religiosa, y como se iba transformando el régimen con este nuevo soplo de modernidad. Ya no es el tiempo de consignas patrióticas sino de los modernos proyectos de los tecnócratas, como por ejemplo el Plan de Estabilización de 1959. Los turistas ya no son tomados por la sociedad española como espías o radicales venidos de otros planetas. Ahora la guardia civil mira hacia otro lado mientras los primeros mini bañadores comienzan a inundar las playas, motivando la entrada de nuevas ideas y nuevas formas de vida desconocidas por los españoles.

Éstos empiezan a transformarse rápidamente y cientos de jóvenes enfilan rumbo a las zonas exteriores del país buscando trabajo y también intimar con las jóvenes guapas venidas allende los mares. De este modo se crea el mito del macho hispanicus y el de la fácil extranjera que busca ávidamente aventuras veraniegas. Gabriel Cardona y Juan Carlos Losada abordan este tema de forma desenfadada ofreciéndonos cientos de anécdotas y curiosidades que se produjeron en aquellas fechas tan trascendentales para el país. Los jóvenes españoles ante tanto ayuno eclesiástico y tan frecuente represión sexual comienzan a experimentar nuevas sensaciones ante muchachas tan robustas, tan alegres y tan desinhibidas que producen el efecto mágico de despertar las conciencias de unos oriundos tan sumergidos en ideas reaccionarias que parecía imposible que despertaran de ellas. La noción de mundo comienza a cambiar para los españoles, mientras, por contrapartida, una buena cantidad de beatas a ultranza claman a los cielos buscando el rayo fatídico que destruya a tanta sueca y tanta falta de respeto.


Pero… ¿por qué suecas y no francesas, inglesas, o americanas? A este tema tan curioso también responden los autores en este magnifico libro. A modo de anécdota y casi terminando esta pequeña reseña, pues no quiero quedarles con la miel en los labios, les diré que para los españoles la procedencia de esas esculturales rubias sean de donde sean, son el anverso de nuestra cultura. Incluso si miramos a nuestro alrededor nos daremos cuenta que la media de las fisonomías antropológicas de una española media es morena y de mediana estatura. Aunque últimamente este cliché ya ha cambiado en aquella época era norma general, y claro, ver a una mujer de casi dos metros, rubia, fuerte y con unas piernas que no tenían fin, eran síntomas de venir de muy lejos de la tierra de uno. Además en aquella época triunfaba un cómic que todavía impacta ahora mismo, llegándose hacer poco incluso una película, Thor. Y ¿Quién era la novia del dios nórdico? pues nada más ni nada menos que la valquiria Sigrid, que a través de las viñetas enseñaba tímidamente carne bajo sus transparencias. Fuerte y poderosa a imagen y semejanza de la mayoría de las turistas que hollaban con sus bonitos pies nuestras playas. Lo desconocido por tanto para el hispánico era el misterioso norte, aunque estos turistas vikingos fueran los minoritarios en ser bendecidos por nuestro sol.

El libro que les presento y que ahora mismo tengo entre manos es una obra que despide un mensaje de cambio. España comienza a transformarse en todos los aspectos, y esta nueva metamorfosis es la que nos enseñan estos dos autores en este libro tan desenfadado titulado La invasión de las suecas. Mediante un estilo claro, directo, cómico y desenfadado nos muestra los años claves en que España comienza a abrirse al turismo internacional. A partir de aquí nada será igual. La tele, la vespa, el biscúter, y los numerosos inventos, junto con las nuevas formas de pensar traídos por los turistas desde las fronteras de nuestro país, irán minando poco a poco las bases del régimen franquista haciendo que los españoles comiencen poco a poco a respirar nuevos aires. Un libro muy interesante y lucido es el que les dejo aquí. Estoy seguro que hará las delicias de los lectores y que en más de un momento dejaran caer una mirada de sorpresa y una sonrisa de complicidad al ver como Manolos hubo muchos y que sus ocurrencias fueran increíbles y divertidas en lugares como Marbella o Benidorm. ¿Verdad, Sigrid?





domingo, 17 de junio de 2012

LA CÁTEDRA DE LA CALAVERA, de Margarita Torres



1509. Una joven huye disfrazada de muchacho de una boda pactada, la suya, y busca protección en el hogar de la catedrática Luisa de Medrano. Una vez en Salamanca, oculta siempre bajo ropajes de hombre, conocerá a un truhán, y por otra parte brillante estudiante de medicina, con el que entablará una ambigua e intensa amistad. Junto a este personaje, a la citada Luisa de Medrano y al Maestrescuela investigará unos misteriosos asesinatos ocurridos en el ámbito universitario. Todos ellos se verán involucrados en un turbio caso en el que estarán complicados también la Inquisición y la Corona.
La cátedra de la calavera narra los primeros pasos de una institución como la Universidad de Salamanca, creada en el siglo xii pero que empezó a tener renombre internacional cuando Isabel la Católica decidió convertirla en la Sorbona española, y nos sitúa, gracias a una espléndida prosa, en un siglo fascinante y convulso en el que el humanismo que ha irrumpido en Italia y que tras extenderse por Europa ha llegado a España, se enfrenta a la Inquisición ibérica que lucha por mantener un orden religioso establecido. La Universidad, en el medio de estas dos corrientes antagónicas, vive un periodo de gran intensidad y fertilidad intelectual.
Un thriller histórico que además de dejarnos sin aliento, homenajea a una de las instituciones más importantes de nuestro país y devuelve el gran privilegio de ser la primera mujer catedrática de nuestra historia a Luisa de Medrano.


viernes, 15 de junio de 2012

FÚTBOL, CINE Y DEMOCRACIA, de José María Báez y Pérez de Tudela



Madrid, 1923. En mayo se inaugura el Stadium Metropolitano, un campo de fútbol con capacidad para 23.000 espectadores y en octubre el Monumental Cinema, una sala capaz de acoger a 4.000. El ocio de masas ha tomado la ciudad. La población dispone de más tiempo libre y se multiplican los partidos de fútbol y las corridas de toros. La música, a través de la zarzuela y la revista, está más presente que nunca en la vida cotidiana, gracias a la difusión que le proporciona la radio. Se construye la Gran Vía, con sus cines y sus modernos locales. El nuevo ocio desata tensiones entre los empresarios, como demuestran la profesionalización del fútbol y el control de los cines por las multinacionales. Al mismo tiempo la población reclama su derecho a participar en la vida pública. Los madrileños se divierten a la vez que alcanzan cotas de participación política nunca vistas. La consolidación del ocio de masas viene acompañada de la conquista de la democracia y ambas actividades conviven hasta 1936.

jueves, 14 de junio de 2012

LOS NIÑOS DEL AUXILIO SOCIAL, de Ángela Cenarro



Pocos meses después de estallar la Guerra Civil, Mercedes Sanz Bachiller, la joven viuda del falangista Onésimo Redondo, junto a su camarada y amigo Javier Martínez de Bedoya, sentaron las bases de una organización asistencial que se convertía poco después en una de las señas de identidad del régimen de Franco. Comedores infantiles, comedores para adultos, cocinas de hermandad, atención a refugiados, casas de la madre, colonias de reposo y repartos en frío fueron las realizaciones más visibles y emblemáticas de este ambicioso proyecto asistencial que acabaría centrándose en el cuidado de la infancia desvalida, con la red de hogares infantiles y escolares del Auxilio Social.
A partir de 1939 los “hijos de rojo” convivieron con los “hijos de la miseria”. La afluencia de niños a los hogares del Auxilio Social es una evidencia de que tanto la represión como la autarquía generaron nuevas formas de exclusión social. Y esta, a su vez, dio consistencia a esa compleja relación entre vencedores y vencidos que se estableció entre los españoles al término de la Guerra Civil. El objetivo era crear ciudadanos de la “Nueva España” y desterrar, de paso, las innovaciones en materia pedagógica que había traído la tradición liberal republicana. Y si el fin era la regeneración de los más pequeños, los instrumentos para conseguirlo eran la disciplina y la religión católica.
El libro recoge el testimonio de algunos de aquellos Niños del Auxilio Social. Es una historia basada en las experiencias y en los recuerdos de quienes pasaron por la red de hogares durante la posguerra española. 
Ángela Cenarro es profesora titular en el Departamento de Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad de Zaragoza. A lo largo de su carrera, ha efectuado varias estancias de investigación en la London School of Economics and Political Science y, más recientemente, en el Remarque Institute, de la New York University. 
Es autora de diversos trabajos sobre la guerra civil, la represión franquista y la posguerra en Aragón, así como de diversos artículos sobre las múltiples formas de violencia y resistencia en la posguerra, y la memoria de la guerra civil.
En la actualidad está trabajando sobre las memorias de los niños acogidos en las instituciones asistenciales franquistas y sobre las mujeres de Falange.

miércoles, 13 de junio de 2012

LA DÉCADA QUE NOS DEJÓ SIN ALIENTO, de Juan Eslava Galán



Está el hoy abierto al mañana
mañana al infinito
Hombres de España:
Ni el pasado ha muerto
Ni está el mañana ni el ayer escritos. (Antonio Machado)

Como dijo un jesuita, días después del atentado y asesinato de Carrero Blanco (20 de Diciembre de1973),  “al principio sólo escuche un ruido sordo, como un taponazo”. Sin quererlo, este religioso había elegido el símil perfecto para indicar cómo fue aquel comienzo de la Transición española, un auténtico chupinazo que inauguraba una década que año a año no dejaba tregua al ciudadano medio con cientos de noticias pareciendo que tras una época de encierro las puertas del mundo se abatieran sobre los destino del país. Y he aquí que este libro de Juan Eslava Galán ha venido a relatarnos como fueron aquellos cruciales años en que el destino de España estuvo más de una vez bailando sobre la cuerda floja, junto al precipicio de una nueva guerra, haciendo que los periódicos o la radios se convirtieran en las herramientas diarias para saber a dónde podríamos llegar.

El autor desgrana una parte crucial de nuestra reciente historia desde el atentado del presidente Carrero Blanco en aquella fría calle madrileña de Claudio Coello, hasta las elecciones de 1982 donde un exultante Felipe González consigue que de nuevo fuerzas de izquierdas gobiernen en nuestro país. Si se observa con detenimiento y altura de miras, se dará cuenta de que durante aquellos nueve años el ritmo de novedades en la política fue espectacular. Un auténtico geiser de cambios que no podían dejar indiferente a nadie. A saber: La muerte de Carrero Blanco; el fracaso del espíritu renovador del 12 de Febrero que propuso el timorato Arias Navarro (alias Carnicerito de Málaga) ; los contactos con las fuerzas políticas y la creación de otras nuevas; la muerte de Franco y la llegada al trono del Rey Don Juan Carlos con toda una nueva corte de juancarlistas que antes habían sido juanistas; la Constitución; cambios en las mentalidades políticas haciendo que la transición fuera más bien llamada Transacción debido a que nadie quiso ya ser falangista o de ultraderecha diciendo que todos habían sido demócratas en conciencia y ocultos; la legalización del “coco comunista”, el boom de las autonomías  y las elecciones donde se perfilan ya grandes vencedores como la UCD de Suárez, el PSOE de González o Alianza Popular de Fraga, y grandes perdedores como el PCE de Santiago Carrillo o Fuerza Nueva; los terribles asesinatos de ETA, el GRAPO, FRAP o fuerzas de ultraderecha que hicieron peligrar la recién inaugurada democracia, produciendo que todo desembocara en el fracasado y chapucero golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Y así hasta terminar con la victoria del PSOE en las elecciones de 1982, dejando abierta la incertidumbre de qué nos traerá el futuro.



Estos temas son solo un ejemplo, y muchos los quedo en el tintero debido a la brevedad de esta reseña, que aparecían continuamente en las primera planas de los principales periódicos. Pero que el lector no piense que este libro es solamente un catálogo de política y hechos económicos, sino que éstos son solamente los principales ejes por los que los personajes de este ensayo circulan. Hay que recordar que La década que nos dejó sin aliento pertenece a la serie que ha hecho Juan Eslava Galán sobre el devenir de los españoles a través del siglo XX. Concretamente de la última mitad. En este soberbio libro podemos seguir viviendo las vicisitudes de los personajes arquetípicos que nos han acompañado desde Los años del miedo. Aunque ya han pasado algunos años todavía quedan algunos vivos como el multimillonario sin escrúpulos Chato Puertas, el baqueteado Vicente González, o por ejemplo los desarrapados Mediopedo, Burro Mojado o Engañabaldosas. En este último punto también se añaden nuevos personajes que representan esta nueva España que no vive para sustos como los estudiantes marxistas Paquito y Pepón Ramírez que dibujan un nuevo tipo de sociedad que ya no tiene nada que ver con el franquismo y tienen a la Guerra Civil como un recuerdo lejano de una época muy pero que muy antigua. Todos ellos, los antiguos y los modernos, viven pendientes del día a día, pues es como se vivió aquella época. Se reciclan y se transforman, no quieren quedarse atrás pues los antiguas falangistas entierran sus camisas en lo más hondo de sus armarios junto con las fotos de Franco enmarcado en plata, y se enfundan trajes de pana para así llegar de nuevo a la poltrona y llenar el estomago con su nuevo ídolo, el dinero. No es tiempo para ideas políticas trasnochadas, sino para cambiar de chaqueta continuamente. El mensaje que continuamente nos señala Eslava Galán es que la conciencia y los principios de muchos políticos fueron barridos de un plomazo no siempre por el bien común de la democracia sino por sobrevivir en el concierto político.

Como se observa en toda la serie de ensayos, aquí también, el tono del libro es directo, humano y rociado continuamente con el estilo eslavaganiaco en donde la ironía y el humor (a veces incluso negro) lo llena todo. La política y los hechos de alto copete están unidos junto a capítulos en los que se nos habla de cómo vivíamos en aquella década, cómo era la sociedad de consumo en la que los españoles nos reenganchamos junto a los demás países de Europa, qué veíamos en la televisión (ya en color), o como eran las nuevas tendencias en moda y entretenimiento en donde hechos tan insólitos como el destape hacían aflorar las mentes dormidas y subyugadas por años de censura. No se si Juan Eslava Galán tendrá pensado sacar una nueva parte (esta parece la última) pero si no fuera así hay que reconocer que este último libro La década que nos dejó sin aliento es el perfecto broche final a una saga que nos ha recordado como hemos y como somos los españoles, cuáles han sido los pasos que hemos dado para llegar a donde estamos y sobre todo lo que hemos conseguido con muchas lagrimas y alguna que otra risa.


El león Malospelos (amigo del león Benavides) del dibujante José Ramón Sanchez

martes, 12 de junio de 2012

MANOLETE, de Juan Soto Viñolo



El torero más famoso de todos los tiempos, en esta biografía definitiva, escrita desde la admiración y el respeto, pero también desde el afán periodístico de no ocultar ningún dato oscuro o controvertido.

Juan Soto Viñolo desgrana la vida y el arte de Manolete, el torero más famoso de todos los tiempos, en esta biografía definitiva, escrita desde la admiración y el respeto, pero también desde el afán periodístico de no ocultar ningún dato oscuro o controvertido. Así, en exclusiva y tras una rigurosa labor de campo, ha descubierto hechos hasta ahora nunca relatados, tanto del diestro como, sobre todo, de Lupe Sino, la bella artista con la que mantuvo una apasionada relación: sus raíces familiares, su infancia y juventud en el Madrid de la República y de la guerra civil, su lucha para sobrevivir y ayudar a su gente.
Con el crudo retablo del franquismo como telón de fondo, da vida a los entresijos de la tauromaquia y del destino de un hombre débil que murió a los treinta años, cuando deseaba retirarse del toreo y ya había apurado la vida hasta la extenuación. Creador en plena posguerra de un estilo que aún perdura, el diestro de la larga figura y los ojos tristes transformó la lidia en un arte. Aunque se le llegó a llamar el «torero del régimen», en México se reunió con exiliados republicanos. "Islero", el miura que lo hirió de muerte el 28 de agosto de 1947 en la plaza de Linares, hizo que entrara en la leyenda y lo convirtió para siempre en un mito.

domingo, 10 de junio de 2012

EL TÍO PEPE


El 2 de Abril de 2011 la Plaza del Sol de Madrid dejó de brillar un poco, no por una nube que quisiera dar un poco de descanso a los acalorados turistas y madrileños que anduvieran por tan castiza plaza, sino porque se procedió a retirar del numero 1 de dicho lugar uno de los anuncios más famosos de todo Madrid y símbolo de la cultura española: el anuncio del Tío Pepe, “el sol de Andalucía embotellado”. Con la excusa de restaurarlo junto con el edificio, se supo después que los nuevos propietarios del solar, Apple, no deseaban que tan saleroso anuncio presidiera su sede en la capital. Esto ha causado un gran revuelo en la ciudadanía que no quiere perder una de sus señas de identidad nacional provocando en las redes sociales un clamor popular para que el Tío Pepe no caiga en el olvido. Actualmente hay un pequeño rayo de esperanza pues una empresa inmobiliaria que se dedica a la restauración de edificios podía haber contactado con las bodegas jerezanas González-Byass para “adoptar” a la botella más famosa de España y realojarla en el número 9 de la misma Plaza del Sol, a solo 190 metros de su localización actual.

El tiempo, y las negociaciones entre las partes, dirán que será de esta botella ataviada con sombrero jerezano y chaquetilla a juego, pero por el momento solo podemos saber cuál ha sido la historia que hay detrás de este anuncio tan famoso. Para celebrar el centenario de las bodegas en 1935 ésta solicitó permiso al Ayuntamiento de Madrid para colocar un gran anuncio luminoso en la Puerta del Sol justamente encima del Hotel París. Las bodegas consiguieron la licencia de instalación al precio de 796 pesetas de la época procediendo posteriormente a colocar el pesado anuncio (70 toneladas) para gran asombro de los madrileños que quedaron encantados por la gran luminosidad y belleza que desprendía desde lo alto (30.000 voltios de energía) Un nuevo sol alumbraba la plaza.


Que nadie crea que el anuncio siempre tuvo el aspecto de una botella humanizada, pues originalmente se trataba solamente de una gran copa con el nombre de la bodega. Fue a mediados de los años 40 cuando se cambió la forma del anuncio adoptando el modelo actual del creador Pérez Solero. Sea solamente una simple copa rebosante de licor o una botella con un sombrero, el Tío Pepe pronto adquirió fama en todas las partes de España siendo tan respetado que incluso en la Guerra Civil se salvo de los bombardeos que sufría la capital durante su asedio por las tropas nacionales. El tiempo pasó y el Tío Pepe siguió consolidándose como símbolo español, pero llegó 1986 y se procedió a la remodelación, un gran lavado de cara, de la Puerta del Sol. Ya entonces se temió por él pero fue indultado junto a otros anuncios señeros de la capital como son el luminoso eslogan de Schweppes en la Gran Vía, Firestone en O’ Donnell o el sobrio BBVA del Paseo de la Castellana. Si entonces la presión popular consiguió que ninguno de ellos cayera en el olvido esperemos que ahora vuelva a pasar lo mismo y aunque no sea en el mismo número de la plaza deseamos que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando de la visión de esta simpática belleza y sabiendo que están delante de uno de los grandes símbolos de España.



viernes, 8 de junio de 2012

Cortes y constitución en Cádiz, de Juan Sisinio Pérez Garzón



Cortes y constitución en Cádiz
Juan Sisinio Pérez Garzón
Anaya
144 páginas
11 euros

Resumen:
En las Cortes de Cádiz  está la partida de nacimiento de la nación española. Antes existía una monarquía absoluta que imperaba sobre millones de vasallos y que dominaba un enorme territorio formado por distintos reinos y virreinatos. Sin embargo, un puñado de liberales, en su lucha contra Napoleón, proclamaron la soberanía de los españoles como ciudadanos de una nación libre y dejaron de ser súbditos de un rey arbitrario para constituirse en nación soberana.

Entre 1810 y 1813, las Cortes cercadas por las tropas francesas crearon España como Estado nacional, transformaron a los súbditos en ciudadanos y elaboraron no sólo la primera Constitución española, la de 1812, sino una ingente labor legislativa de cambio social y económico. Pusieron los cimientos de la libertad en España y en las nacientes repúblicas americanas.

Todo esto se explica en este libro, que recoge además quiénes eran los diputados gaditanos y cómo se vivió en Cádiz aquellos momentos de efervescencia política e ideológica.

martes, 5 de junio de 2012

1212, LAS NAVAS



Francisco Rivas
La Esfera de los Libros
336 páginas


Resumen:
Septiembre de 1211, Anno Domini. Salvatierra, el solar de la Orden de Calatrava, ha caído. El califa almohade Al-Nasir ha reunido un ejército de decenas de miles de hombres y avanza hacia el norte con intención de completar la obra que su padre inició años atrás en Alarcos: erradicar por completo de la Península a los reinos cristianos.
Para evitar la aniquilación, los cristianos se ven obligados a emplear todas sus fuerzas. Alfonso VIII, rey de Castilla, forja alianzas y prepara la guerra con ayuda del papa Inocencio III, que declara la Cruzada e insta a todos los hombres de la Cristiandad a que acudan a combatir en España.
A través de los ojos de cuatro cristianos y tres musulmanes, esta novela coral narra cómo se gestó la épica campaña que desembocó en la batalla de Las Navas de Tolosa, una de las más trascendentes y sangrientas de toda la Edad Media.

lunes, 4 de junio de 2012

LA POSGUERRA VISTA POR UNA PARTICULAR... y su marido - Pilar Garrido Cendoya



Cualquier tiempo pasado nos parece mejor
Volver la vista atrás es bueno a veces
Mirar hacia adelante es vivir sin temor
(El Baúl de los Recuerdos, canción de Karina)

Existen maneras distintas de contar una misma historia. Depende, según creo yo, del narrador y del público que acepta el relato. E igualmente, la forma de contarlo y el sentimiento con el que se haga hace mucho en los oídos y los ojos de los lectores. Se puede contar la misma historia con toda la ilusión del mundo, o con un resentimiento negro y oscuro. El resultado obviamente es distinto. Les pongo un ejemplo que me viene muy bien para hablar del libro que les quiero mostrar. Debido al mundo laboral en el que me muevo, y que no viene al caso explicar cual es, oigo a muchos abuelos hablarme de la postguerra española. Para unos fue una época maravillosa de tranquilidad y orden donde uno podía salir a la calle sin que le pasara nada y donde el respeto imperaba por todos los lados. En cambio otros me hablan, con mirada osca, de un tiempo en el que la libertad estaba condicionada a tus actos, y en el que una dura represión se cernía a la menor oposición. Una época con diferentes puntos de vista. Este hecho no solo ha condicionado al mundo social sino también al cultural, Se han escritos cientos de libros sobre la Guerra Civil española y su posterior postguerra, y el resultado, siempre desde un punto de vista subjetivo, es distinto. Parece que nunca veremos conciliar esas dos formas de ver España. Pero, parece ser que poco a poco empieza a germinar una tercera vía, en la que los libros no desprenden rencor, ni odio a bando alguno, sino que solamente se limitan a narrarnos desde el recuerdo las vivencias íntimas del escritor sin acritud ninguna. Es el caso, por ejemplo, del libro que quiero hablaros La Posguerra vista por una particular… y su marido, de Pilar Garrido Cendoya.
           
Este libro no es solo peculiar por la forma de estar escrito y narrado, ni por ser el primero de la autora, que es un gran merito, sino por estar escrito a la limón entre dos personas, la escritora y su esposo. Uno puso la pluma y otro el dibujo ilustrativo. Una combinación acertadísima e inteligente. Como he indicado antes este libro es el primero de esta escritora y obvia decirlo le ha salido redondo. Nos narra desde el cariño más sincero y humilde sus vivencias durante toda la postguerra. Su biografía y el argumento del libro, por lo tanto, van unidos. (Espejo, Córdoba, 1939) Huérfana de padre y madre desde su más tierna infancia fue la menor de cinco hermanos. Hizo la carrera de Magisterio llegando a ser con el tiempo profesora en el colegio Estudio de Madrid, heredero de la Institución Libre de Enseñanza. Se casó con un hombre muy conocido e importante en las letras españolas en 1967. Su marido fue y sigue siendo Antonio Fraguas, Forges. Es escritora vocacional y no ha querido perder el ritmo de su vida sin enseñárnosla en este entretenido libro autobiográfico.
           
El libro esta enriquecido con el excelente cálamo de su marido Forges. Todos le conocemos por sus aportaciones en diferentes medios de comunicación, llegando a ser uno de los mejores y más incisivos cronistas de la España actual. (Madrid, 1942). Después de suspender varias veces la reválida de 4º por su ingeniosa interpretación de las matemáticas, ingresa en 1957 en Televisión Española donde inicia su carrera profesional como dibujante en 1964. Al igual que su esposa, también se casó en 1967, y ambos tienen en común además de su amor por los libros y la vida, el rico tesoro de cuatro hijos y tres nietos.



El libro  que en estos momentos tengo entre mis manos, recoge una síntesis vital y entrañable de la posguerra en España y sobre todo en ese Madrid que tanto les costó ganar a las tropas nacionales frente al aguerrido pueblo madrileño. Primeramente nos habla de su infancia allá en Córdoba, no tan graciosa como los dibujos de su marido, para a continuación situarnos en aquel Madrid que a la autora le pareció gigantesco en comparación con los pueblos cordobeses de su niñez. No espere el lector encontrarse con un libro de denuncia social profunda y mundo turbios y suburbanos. No encontrara imágenes terribles de cárceles ni fusilamientos al alba. La autora recrea sus recuerdos con una ternura entrañable sin ningún tipo de adhesión política ni apego ideológico. Nos habla de su memoria y de sus vivencias de una manera pura y sin esquinas de rencor. De un tiempo que pasó y que no volverá, pero que no fue tan terrible como el dolor de algunos siempre nos quiere recordar. No hay sombra de odio hacia nadie ni hacia ningún colectivo. Solamente nos habla de cómo era ella en aquella época y nos la inserta en una magnifica relación de historias cotidianas de aquel Madrid. Pero aunque la autora no entre en ninguna facción política, no por ello es ajena al dolor y sufrimiento de aquellos años. No los narra con una psicología dura y pesimista sino con una ironía dulce e inteligente a la vez. Es un texto muy sincero en el que Pilar Garrido Cendoya también nos narra en muchos casos la absurdez que veía por las calles y la sin razón de un mundo salido de una dura guerra.
           
Los temas que aborda la autora son diversos. La miscelánea de hechos que nos narra son muy amplios abriéndonos el abanico de acontecimientos y tocando cualquier aspecto que le interese al lector. Nos habla de lo más íntimo que había en su calle y en los alrededores de su barrio, hasta lo más general e importante que les tocaba a los españoles de a pie. Escribe sobre como eran los Domingos de misa diaria, las costumbres de Madrid, de lo que comía la gente, es decir lo poco que podían llevarse a la boca, de cómo combatían ingeniosamente el frío y el calor sofocante del verano, de juegos y aventuras con su convecinos… un montón de pequeños hechos y ritos que ahora mismo nos pueden causar simpatía y asombro a la vez. No era un mundo difícil pero unidos lo sobrellevaban con la mejor sonrisa. La autora sabe conjugar sus recuerdos de juventud con una clase magistral de Historia Contemporánea. A través de sus vivencias vemos como evoluciona España. Como cambiaron los transportes, la diversión y el ocio y la mentalidad de los ciudadanos. El lema esencial de este repaso por la historia reciente de nuestro país seria: un país sin libertad pero con esperanza.
           
No nos hemos de olvidar al hablar de este libro de uno de los pilares básicos de la construcción de la autobiografía de Pilar Garrido Cendoya. Las ilustraciones que su marido Forges ha realizado por todo el libro. Gracias a estos dibujos el lector puede ver con sus propios ojos como eran los españoles de su tiempo, como vivían y como pasaban su tiempo libre. Nos ilustra desde la más humilde tienda a las personas más importantes de aquellos años. Unos dibujos inteligentes y graciosos que sazonan con gran simpatía cada hoja del libro y hace a éste más grande a nuestros ojos.



De verdad les recomiendo la lectura de esta preciosa autobiografía de Pilar Garrido Cendoya. Narra la historia reciente de nuestro país como si nos la contara nuestra propia abuela sintiéndonos como si estuviéramos sentados en su regazo y viéramos con ternura pasar los recuerdos a través de sus ojos de ancianidad y sabiduría. Un libro entrañable que les hará pasar unos momentos agradables y que les dejará con una sonrisa de satisfacción y sin ningún poso de amargura. La Posguerra vista por una particular… y su marido, un magnifico libro que les enseñará que vivir en la España del blanco y negro no era un edén pero tampoco un horror.
           
Que lo disfruten. Buena lectura.

domingo, 3 de junio de 2012

EL DITERO



Ahora estamos acostumbrados a ir a un centro comercial y tener la oportunidad de comprar cualquier producto a tocateja o si es muy caro en cómodos plazos que se pueden demorar en meses o años con total comodidad para el cliente. Pero hace algunos años mucha gente no tenía la oportunidad de conseguir enseres de primera necesidad debido a su magra economía o porque vivían en lugares alejados de los centros comerciales. Es por ello que para muchas personas la figura de un vendedor que le acercase los productos al hogar era esencial. La persona que mejor lo ha encarnado, sea a pie, en burro o con un canasto de mimbre al hombro, fue el ditero.

Era como un vendedor puerta a puerta que se encargaba de vender a plazos, sobre todo a amas de casa, todo tipo de elementos para el hogar: platos, sabanas, cubos, sillas, mesas, electrodomésticos... Esta venta podía ser a plazos fijos, o según fijara el comprador dando un mes una peseta, al otro dos y así hasta que terminara de pagar el material. Incluso se dieron casos de personas que solamente “alquilaban” los enseres y cuando ya no los necesitaban los devolvían intactos habiendo pagado mensualmente al ditero.

Éste anotaba todas las transacciones y alquileres en un libro de “ditas” que eran previamente confeccionados en una imprenta. Este tipo de negocios estaba al margen de la ley, aunque era cosa común verlo por la calle día a día, y es por ello que al no ser contemplado por las autoridades, la venta de los diteros no tuvieran seguros ni se pudieran amparar en la ley por lo que solamente la psicología del vendedor podía solventarle el problema con los morosos que alguna vez no querían pagarle.

sábado, 2 de junio de 2012

TIERRA FIRME, de Matilde Asensi



Tierra Firme (1º Trilogia de Martín Ojo de Plata)
Matilde Asensi
Planeta
256 páginas
20,90 euros (Tapa dura con sobrecubierta)
8,95 euros y 6,95 euros (Libro bolsillo)

Resumen:
Nada podría hacer sospechar a Catalina Solís cuando embarcó en la flota española de Los Galeones con destino al Caribe, que al otro lado del océano encontraría un Nuevo Mundo plagado de peligros y desafíos.

Tras escapar de un abordaje pirata y sobrevivir en una isla desierta durante dos años, emprenderá una nueva vida bajo el nombre de Martín Nevares. Así, junto con su padre adoptivo y los marineros de la Chacona, se convertirá en uno de los muchos contrabandistas que surcaban los mares a principios del siglo XVII.

En esta novela, Matilde Asensi recrea la atmósfera y la vida cotidiana de las poco conocidas colonias españolas de las Indias a través de un personaje excepcional llamado Martín Ojo de Plata, que no es otro que la propia Catalina.

Tierra Firme
y su continuación, Venganza en Sevilla, son las primeras aventuras protagonizadas por el extraordinario personaje de Catalina Solís, también conocida como Martín Ojo de Plata.


viernes, 1 de junio de 2012

EL REINO OLVIDADO, de Antonio M. Carrasco González



El reino olvidado
Antonio M. Carrasco González
La Esfera de los Libros
392 páginas
21, 90 euros

Resumen:

Este libro hace un ameno repaso a todos los acontecimientos que marcaron los cincos siglos de historia de la presencia de España en África, el reino olvidado.
Durante la Edad Media el enemigo de los reinos cristianos peninsulares fue el invasor musulmán. El impulso guerrero fue perseguir al enemigo más allá del mar con la finalidad de conjurar nuevas invasiones. Isabel la Católica, en su testamento, reflejó el deseo de la corona de combatir al infiel en el norte africano, tomar posesión de esas tierras en previsión de nuevas incursiones musulmanas, combatir la piratería y controlar los avances turcos en el Mediterráneo Occidental.
En el siglo xix, con el colonialismo europeo, España consideró que Marruecos era asunto suyo. Sentimiento que se avivó ante la pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Sin embargo, el Protectorado fue un continuo conflicto que marcó la vida nacional del primer tercio del siglo xx y, todavía hoy, no se han resuelto las cuestiones de soberanía en el Sahara Occidental tras la salida española.