sábado, 14 de enero de 2017

SANTO DOMINGO DE GUZMAN Y LA CONSTITUCIÓN AMERICANA



El 17 de Septiembre de 1787 es una de esas fechas que por su importancia capital se convierten en hitos de la Historia Universal. Ese día la Convención Constitucional de Filadelfia adoptó por primera vez su Constitución. La mayoría de los historiadores señalan que este texto fundamental se inspiró por un lado en las ideas revolucionarias de Monstesquieu, Locke, la famosa Carta Magna inglesa de 1215, e incluso algunos van más allá y  ven ella la influencia de las directrices democráticas  de la Confederación iroquesa.  Pero pocas personas saben,  entre ellos numerosos eruditos americanos, y no digamos españoles, que la influencia principal de dicha Constitución proviene de los Estatutos de la Comunidad Agustina de la Basílica de San Isidoro de León.

Y aunque parezca raro, no lo es. Si nos fijamos en la Historia de Estados Unidos de América, la huella española en dicho país es muy fuerte. Desde el periodo de colonización en tiempos de los conquistadores, y el paso posterior de las órdenes religiosas, o la ayuda que le prestamos en su propia guerra de independencia, lo español se ve reflejado no solo en numerosos topónimos de aquel país, sino que incluso hasta el actual símbolo del dólar tiene marcado carácter hispano. Pues con la Constitución americana pasa lo mismo. Aunque esta vez nos hemos de remontar un poco más atrás en el tiempo, precisamente a la Edad Media. En aquellos años Santo Domingo de Guzmán solicitó permiso al papa Pio III para fundar una nueva orden religiosa, a lo que el Santo Padre accedió siempre y cuando se acogiera en un principio a los estatutos ya vigentes de otra orden, como por ejemplo la de San Benito, o la de San Agustín. En este caso se acogió a los de esta última que había incluso sido perfeccionada por los canónigos agustinos de la Basílica de San Isidoro de León. Hecho este paso previo la Orden de Predicadores, también conocida como Orden dominicana, se fundó en 1215 y cinco años después, en 1220, celebró su Primer Capítulo General en Bolonia en donde se fijaron los nuevos estatutos de esta orden. Los cuales, para aquella época, eran muy democráticos.

Pues bien, ahora remontémonos unos cuantos siglos y volvamos a aquella mítica fecha: 17 de Septiembre de 1787. Ese día, los protagonistas de la Constitución  americana, al firmar dicho documento observaron que éste se hallaba flanqueado a la derecha por una Biblia y a la izquierda por un libro en el que se hallaban los estatutos de los dominicos. Es por ello que cuando el general de la Orden de los Dominicos o de los Agustinos viaja a la Casa Blanca, por protocolo, siempre son tratados con honores de Jefe de Estado en agradecimiento por haber inspirado, aunque de manera simbólica, su preciosa Carta Magna.