“Y cuando
buscaba la suerte de Venus en las tabas, siempre me salían los Perros funestos”.
(Propercio, Elegías IV, VIII, 45-46)
Egipto siempre
estuvo en la agenda de Roma. Cada vez que ampliaba su imperio por el Mediterráneo,
a cada paso que daba, nunca se olvidaba de la tierra de los faraones. Los hijos
de la loba esperaron pacientemente la oportunidad de meter mano a las grandes
plantaciones del Nilo y obtuvieron su premio aprovechando las profundas
disputas que existían en el linaje de
los Lagidas. Tras la muerte del rey Soter de Egipto, el trono fue ocupado por
Alejandro II (Ptolomeo XI) el cual, supuestamente, legó derechos de tutelaje a
Roma. Pasado el tiempo, y tras un reinado típico en esos pagos (es decir
convulso y sangriento) Ptolomeo XII, alias Auletes
(debido a que en sus juergas gustaba de tocar la flauta) se convirtió en el
nuevo monarca. Desde entonces el senado romano no cejó de airear el testamento
de Alejandro II en el que legaba Egipto a Roma. En el 59 a. C, Julio César, cónsul
en esos momentos, anunció que aceptaba al rey Ptolomeo Auletes como “Amigo y
Aliado del Pueblo Romano” dejando inmortalizado este hecho en una placa de mármol
en un templo del Capitolio… a cambio, claro está, de pagar un suculento
chantaje de treinta y cinco millones de denarios. Ptolomeo, para recuperar el
desembolso que había hecho exprimió a su pueblo hasta que éstos no pudieron
aguantar más provocando una gran revuelta que obligó por un lado a que éste tuviera
que huir mientras que a la vez Roma se apoderaba de Chipre. Los dientes de la
loba estaban cada vez más cerca de la desembocadura del Nilo. Egipto estaba en
un total descontrol y por ello, una delegación de eminentes alejandrinos,
encabezados por Dion de Alejandría, decidió acudir al senado de Roma para
denunciar el descontrol del país. Éste es el preámbulo con el que comienza la
cuarta aventura (según la serie original) de las aventuras de Gordiano el
Sabueso: La suerte de Venus, escrita
por el novelista Steven Saylor.
Gordiano ya ha
vivido anteriormente emocionantes aventuras y ha sido testigo presencial de grandes
hitos de la historia romana, desde la revuelta de esclavos de Espartaco hasta
la sublevación de Catilina en el consulado de Cicerón, pero en esta nueva
entrega nuestro detective se adentra en un mundo para el que no está preparado
desde el principio. Con la excusa de la llegada a Roma de su antiguo mentor, el
Sabueso, ya afincado en el
prestigioso barrio del Palatino, con más años y más hijos a cuestas, se da
cuenta que aquel lugar de lujo y opulencia en el que se ha afincado es verdaderamente una
trampa mortal en el que las personas con menos escrúpulos morales consiguen
sobrevivir. Un hecho trágico ocurrido con motivo de la llegada de la delegación
alejandrina le introduce en el universo de una nueva generación de decadentes
romanos presididos por los hermanos Clodio y Clodia, el enigmático Cátulo o los
desaprensivos Marco Celio o Milón, entre otros, en el que la miseria y el ocaso
reinan por doquier. Veneno, cuchillos y homicidios son el pan nuestro de cada
día en el Palatino y es en este lugar donde Gordiano ha de poner sus cincos
sentidos en alerta máxima si quiere sobrevivir.
En esta entrega
aparecen también dos elementos que van a descolocar un poco a nuestro
protagonista. Por un lado el poder femenino y la sororidad existente entre
todas las mujeres que desfilan por este caso (hay un momento en el que el mismo
Gordiano piensa, de forma irónica, que existen túneles secretos por debajo de
Roma por el que circulan e intrigan
todas las mujeres de la ciudad) mientras que por otro lado la religión romana y
las religiones traídas allende los mares, sobre todo la relacionada con la
adoración a la diosa Cibeles, aportan pistas y enigmas con las que ha de tratar
Gordiano a lo largo de la investigación si quiere tener éxito. La suerte de Venus es una novela
histórica de misterio que por su calidad y emoción mantiene enganchado al
lector a la espera de que a cada revuelta y sorpresa podamos hallar al homicida
en cuestión. Historia de Roma, por no decir de una República decadente, junto
con dosis de misterio, acción y una chispa de vida cotidiana hacen de esta
nueva entrega de las aventuras de Gordiano, el Sabueso, una de las mejores de
la saga sin duda alguna.